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Kast y Boric moderan sus discursos para conquistar el voto de centro en Chile

Los dos candidatos representan modelos antagónicos para el país sudamericano: por un lado, Estado de bienestar, feminismo y ambientalismo, y por el otro, neoliberalismo y políticas antiinmigrantes.
vie 17 diciembre 2021 05:04 AM
Los candidatos a la presidencia de Chile Gabriel Boric y José Antonio Kast posan antes de su debate televisado del 13 de diciembre.
Entre el izquierdista Gabriel Boric, de 35 años, y el ultraderechista José Antonio Kast, de 55 años, los chilenos elegirán al sustituto de Sebastián Piñera.

Estado de bienestar, feminismo y ambientalismo o zanjas antiinmigración, familia tradicional y neoliberalismo. Son los dos modelos antagónicos que competirán en Chile este domingo de la mano del exlíder estudiantil de izquierda Gabriel Boric y el abogado ultraderechista José Antonio Kast.

El que fue durante décadas el país más estable de Latinoamérica decidirá si mirar a uno u otro lado, una disyuntiva que termina con 30 años de relativa calma y de alternancia política entre los dos bloques de centro que se repartieron el poder tras el fin de la dictadura militar en 1990.

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"Con dos candidatos tan distanciados en el espectro político, esta elección será, junto al plebiscito por una nueva Constitución de octubre de 2020, la más importante de la historia reciente de Chile", afirmó a EFE Kenneth Bunker, director de la encuestadora Tresquintos.

Después de la primera vuelta vuelta electoral los dos candidatos han moderado las posiciones más extremas de su discurso con el fin de conquistar a los votantes de centro, que serán definitivos para definir al futuro presidente de Chile.

En Chile, las elecciones presidenciales llenan de incertidumbre el panorama.
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El habitual ajuste de los programas para los balotajes de los comicios chilenos es más notable en la presente contienda, toda vez que en la primera vuelta del pasado 21 de noviembre las dos opciones que sumaron más apoyos representaban posiciones escoradas a uno y otro lado del espectro político.

Las alternativas de centroderecha y centroizquierda fueron desestimadas por los electores, pero sus votos pueden ser ahora la clave que decida qué candidato se impone en la segunda vuelta del próximo domingo, de la que saldrá el sucesor del actual presidente chileno, el conservador Sebastián Piñera.

Según los últimos sondeos, Boric es el favorito para sustituir a Piñera en marzo de 2022, con entre 5 y 14 puntos de ventaja sobre su contendiente, pero los expertos alertan de que la elección está aún muy abierta y se definirá voto a voto.

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"Como los candidatos que ganaron están prácticamente en los polos y las demás alternativas estaban más al medio, es lógico moderar el discurso. Cuando aspiras a ser el presidente de todos, lo que hay que hacer es buscar una postura de estadista", dijo a la agencia EGE Cristóbal Bellolio, académico de la Escuela de Gobierno de la Universidad Adolfo Ibáñez.

Convencer a los que no votaron

Boric, que perdió particularmente frente a Kast en los sectores pobres y rurales, inició su la popular comuna de La Pintana, en el sur de Santiago, donde anunció la incorporación de un reconocido experto en seguridad ciudadana, Eduardo Vergara.

"Estoy acá para hacernos cargo de esta situación: las fuerzas progresistas tienen que abordar con mucha mas decisión lo que importa a los chilenos y chilenas (...) que es poder vivir en paz, quieren seguridad y nosotros le vamos a garantizar seguridad", afirmó Boric, de 35 años, la edad mínima para postular a la presidencia de Chile.

"Queremos hacer los cambios con tranquilidad y gradualidad", agregó el ex líder estudiantil.

El ex diputado aspira a construir un modelo de bienestar con pensiones solidarias y un sistema de sanidad universal, pero ahora ofreció también un discurso más cercano a la gente, dando más importancia a temas como la seguridad, el narcotráfico o la inmigración.

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También fue notable su postura respecto al proyecto que busca indultar a las personas detenidas durante las protestas sociales de 2019, diciendo que no lo habrá para quienes hayan cometido delitos en el marco de esas marchas, que estremecieron al país.

Boric dijo que en su campaña buscaba convencer al 53% del electorado que no votó en la primera vuelta para obtener su apoyo de cara al balotaje del 19 de diciembre.

"Tenemos que convencer a muchos más (...) chilenos que no salieron a votar; hubo muchos que votaron por otras candidaturas. Nosotros tenemos que ser capaces de acogerles, convocarles e incorporar las buenas ideas (vengan) de donde vengan", señaló el diputado y ex dirigente estudiantil, de 35 años, la edad mínima para postular a la presidencia de Chile.

El 29 de noviembre, en una rueda de prensa frente al Palacio de La Moneda —sede del Ejecutivo—, Boric afirmó que su proyecto ha incorporado ideas de otras candidaturas de izquierda que no pasaron a segunda vuelta y le entregaron su apoyo a su alianza Apruebo Dignidad, que conforman el Frente Amplio y Partido Comunista.

Las modificaciones de Kast

Kast, exdiputado y abogado de 55 años que en varias ocasiones defendió la dictadura de Augusto Pinochet (1973-1990), lucha por quitarse el sambenito de "ultraderecha" que le pone la prensa.

El 7 de diciembre, Kast presentó un nuevo programa electoral, con cambios en los temas más polémicos de la primera parte de su campaña.

”Dijimos que el programa no estaba escrito en piedra", afirmó Kast ante la prensa en la presentación oficial para la segunda vuelta de su plan de Gobierno que busca captar el voto del electorado que quedó huérfano de representación política entre las dos candidaturas de polos opuestos.

El abogado reformuló la versión original de su programa y suavizó algunas de las propuestas más criticadas en temas sociales y económicos.

Entre los puntos que retocó destaca una mención a la reducción del Estado sin referirse a porcentajes ni dar números, como sí lo hacía la primera versión del programa; desaparece la frase "derogaremos la ley que posibilita el aborto dictada durante el gobierno de la expresidenta Bachelet", y elimina el planteamiento de "dotaciones militares" para el control fronterizo con los países vecinos (Bolivia, Perú y Argentina).

Varios de estos retoques fueron sugeridos por partidos y dirigentes de centro derecha y derecha liberal que le han dado su apoyo tras la primera vuelta del 21 de noviembre.

En el nuevo programa no se incluyen propuestas que generaron fuertes críticas, como la derogación de la ley del aborto, aprobada en Chile en 2017 y que permite la interrupción del embarazo en tres causales: riesgo vital de la mujer, inviabilidad fetal y violación.

"Las circunstancias van cambiando" a lo largo de la campaña, dijo el candidato ultraconservador, padre de nueve hijos y defensor de la figura del dictador Augusto Pinochet (1973-1990).

Ciertos puntos de su programa le valieron críticas de parte de la sociedad. Kast fue acusado de machista al querer eliminar el Ministerio de la Mujer —punto 48—, de homófobo por oponerse al matrimonio de personas del mismo sexo —punto 249—, de xenófobo tras anunciar la construcción de una zanja en el desierto para evitar la entrada irregular de migrantes —punto 822— y de fascista debido a su propuesta de "coordinación internacional antiradicales de izquierda" —punto 33—.

El candidato modificó la propuesta de eliminar el Ministerio de la Mujer y fusionarlo con otro. "Fue un error decir que queremos fusionar el Ministerio de la Mujer con otros, pero el norte sigue siendo el mismo, más derechos y recursos para las mujeres en todos los ámbitos", indicó Kast este martes.

En cuanto a migración irregular, el candidato mantiene la propuesta de crear una zanja en la frontera con Bolivia, por donde miles de migrantes irregulares, la mayoría venezolanos, han cruzado caminando desde finales de 2020, así como crear un "campamento militar temporal en la zona de Colchane", epicentro de la crisis migratoria en Chile.

El programa también mantiene que "exige a Bolivia, Perú" —sin mencionar a Argentina como en su versión original—, que refuercen fronteras y "se hagan cargo de las caravanas de migrantes ilegales que provienen de sus territorios y que terminan en Chile por su negligencia y falta de control”.

Economía y el rol del estado: los temas de mayor contraste

En términos económicos, su principal diferencia tiene que ver con el rol de Estado, afirmó a Efe Eolo Díaz-Tendero, director del Observatorio de Transparencia de la Universidad Estatal de O'Higgins (UOH).

"Boric tiene una mirada que se vincula a la de una socialdemocracia europea, que busca que el Estado cubra ciertos derechos, mientras que Kast es partidario de preservar el actual modelo, muy marcado por el rol mínimo de lo público", esgrimió.

El sistema chileno, que por herencia de la dictadura de Pinochet es marcadamente neoliberal y con servicios básicos privatizados, llevó a Chile a ser el país con más renta por cápita de Suramérica, aunque también lo dejó como el más desigual, según la base de datos independiente World Inequality Database (WID).

El director de la Escuela de Negocios de la Universidad Mayor, Francisco Castañeda, señaló a Efe que las propuestas de Kast son "más amigables con el mercado" porque proponen rebajas tributarias que se asemejan a las de Irlanda.

"Boric, en cambio, propone aumentar la recaudación un 8 % del PIB en ocho años y considera crear una banca de desarrollo o nuevas empresas estatales, lo que genera gran desconfianza entre el sector privado", expresó.

De todas formas, agregó el académico, "ambos han ido moderando su discurso para captar al votante de centro en temas como tributación o pensiones".

Otro de los puntos clave será el devenir del proceso constituyente, que arrancó el pasado julio como vía política para amainar la crisis social de 2019.

"Mientras que Boric tiene mucho más espíritu de cooperación, Kast es un escéptico del cambio constitucional y llegó incluso a votar en contra", señaló a EFE el chileno Javier Sajuria, politólogo de la Queen Mary University of London, de Reino Unido.

Para el académico, el nuevo gobierno tendrá un rol "fundamental" al estará a cargo de aspectos administrativos o presupuestarios, e incluso, podría llegar a condicionar el resultado del plebiscito de salida de 2022, en el que los chilenos deberán votar si finalmente aprueban o rechazan el texto.

"Con el reto de inaugurar una nueva Constitución por delante, el espíritu del próximo presidente va a ser crucial para el andamiaje político de las próximas décadas", concluyó por su parte Bunker.

Con información de AFP y EFE

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