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¿Qué hay detrás de las protestas antigubernamentales en Kazajistán?

Desde el 2 de enero, miles de personas han tomado las calles de Almaty, la capital kazaja, para manifestarse contra el alza de los precios del gas han orillado a la renuncia del gabinete.
mié 05 enero 2022 07:02 PM
Manifestantes prenden fuego a un edificio de la adminitración de la ciudad de Amalty, Kazajistán.
La situación se tensó aún más el miércoles, cuando miles de manifestantes irrumpieron en el edificio administrativo de Amalty, la antigua capital.

El gobierno de Kazajistán declaró el miércoles el estado de emergencia en todo el país después de que manifestantes irrumpieron e incendiaron edificios públicos, en los peores disturbios en la última década. En un primer momento, el ejecutivo kazajo solo había declarado la emergencia solo en la capital, su ciudad principal —Amalty, la antigua capital—y las provincias.

Además, el presidente de Kazajistán cesó el miércoles a su gobierno. Una orden publicada en la web presidencial señaló que Kassym Jomart Tokayev había aceptado la renuncia del gabinete del primer ministro Askar Mamin. Hasta la formación de uno nuevo, el vice primer ministro Alikhan Smailov dirigirá el gobierno interinamente, precisó.

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Los disturbios en Kazajistán han dejado más de 60 muertos y 6 mil detenidos

Sin embargo la renuncia del gabinete no logró aplacar la ira de los manifestantes, que salieron a las calles para protestar por el aumento del precio del combustible desde el domingo 2 de enero.

Aunque los disturbios fueron provocados por el alza del precio, había señales de demandas políticas más amplias en un país que sigue bajo la sombra del gobierno de una sola persona durante tres décadas.

Estas son las razones detrás de las protestas:

Las alzas de los precios del gas

Kazajistán es una antigua república soviética fuertemente controlada que cultiva una imagen de estabilidad política, lo que le ayuda a atraer cientos de miles de millones de dólares de inversión extranjera en sus industrias petrolera y metalúrgica.

El detonante definitivo de las protestas fue la duplicación de la noche a la mañana el 1 de enero de los precios del gas licuado en el país, uno de los combustibles más usados para el transporte.

El movimiento contra el alza de precios del gas empezó el fin de semana en la localidad de Zhanaozen, en el corazón de la región occidental de Mangystau, rica en hidrocarburos.

La ciudad ha sido en el pasado el escenario de los disturbios más mortíferos del país desde su independencia de la Unión Soviética en 1991. En 2011, al menos 14 trabajadores de una planta petrolera murieron cuando la policía reprimió una protesta para pedir una mejora de las condiciones laborales y salariales.

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El movimiento actual se extendió a la gran ciudad regional de Aktau, en las orillas del Mar Caspio, donde imágenes difundidas en redes sociales mostraban a la policía rodeando a los manifestantes la noche del lunes.

La televisión informó este miércoles que el director de una usina de gas en la región de Mangystau fue destituido por haber "aumentado el precio del gas sin razón".

El presidente tuiteó el martes que las autoridades habían decidido reducir de 120 a 50 tengues (0.11 dólares) el litro de gas licuado en Mangystau para "asegurar la estabilidad del país", aunque eso no consiguió apaciguar las protestas.

También se reportaron pequeñas marchas y detenciones en la capital Nur-Sultán (antes Astaná).

Almaty, capital económica de esta vasta antigua república soviética en Asia Central, vivió escenas de caos el martes por la noche, con la policía dispersando con granadas aturdidoras y gases lacrimógenos a miles de manifestantes indignados por un encarecimiento del gas licuado del petróleo.

Más de 200 personas fueron detenidas en las manifestaciones por "perturbación del orden público" y 95 policías resultaron heridos, informó el ministerio del Interior.

Los manifestantes bloquearon las carreteras y la circulación, agregó el ministerio.

Un país de un solo hombre

Los reclamos inicialmente económicas de las protestas han derivado paulatinamente en políticas, con la principal exigencia de poner fin al "régimen de Nazarbáyev", a quien acusan de todavía mantener el poder político en Kazajistán a la sombra del actual mandatario.

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Los manifestantes en Amalty gritaban "gobierno dimisión" y "que se vaya el viejo", en alusión al expresidente Nursultán Nazarbáyev, de acuerdo con la agencia AFP

El presidente de Kazajistán, Kasim-Yomart Tokáyev, asumió este miércoles la dirección del Consejo de Seguridad, que estaba en manos de Nazarbáyev, y anunció un giro político para frenar las protestas.

"Como jefe de Estado y a partir de hoy, como presidente del Consejo de Seguridad, tengo la intención de actuar con la firmeza máxima", alertó en un mensaje a la nación, el segundo tras el inicio de los disturbios que adquirieron este miércoles especial violencia con la toma de varias sedes gubernamentales en Almaty.

De ese modo, Tokáyev tomó las riendas de esta institución, anteriormente encabezada por Nazarbáyev, presidente del país por más de tres décadas, con el fin de poner fin a la mayor crisis de su mandato y de paso ganar terreno político para sus reformas, frenadas por su antecesor y sus partidarios.

Nursultan Nazarbayev, de 81 años, asumió el cargo como presidente de la ex república soviética en 1990 y no lo abandonó hasta 2019, aunque retuvo su autoridad como jefe del partido gobernante y de un poderoso consejo de seguridad. También cuenta con un puesto como “Líder de la nación”, un rol constitucional que le garantiza privilegios políticos e inmunidad ante la justicia.

"Era el último cargo de Nazarbáyev que no era representativo. Ahora, desde el punto de vista formal Tokáyev tiene todo el poder en las principales instituciones de Kazajistán", opinó la politóloga rusa Daria Chizhova, citada por el periódico ruso RBC.

Y es que muchos kazajos consideran a Nazarbáyev un obstáculo para los cambios en el país y le vinculan a la actual crisis.

En particular, le acusan de estar estrechamente ligado por lazos familiares a altos representantes de las principales empresas gasísticas y petrolíferas del país, responsables del alza brusca de los precios.

Un monumento erigido en honor al expresidente Nazarbáyev fue derribado este miércoles en la ciudad kazaja de Taldikorgán.

Las fotos de los restos del monumento fueron publicadas en varios canales de Telegram que informan sobre los disturbios que sacuden al país, después de que el canal Ateo Breaking mostrase un vídeo en el que los manifestantes intentaban derribar la estatua.

Sin internet

La situación se tensó aún más el miércoles, cuando miles de manifestantes irrumpieron en el edificio administrativo de Amalty, a pesar de los disparos de granadas y de gas lacrimógeno por parte de la policía, según informó un periodista de la AFP.

Medios de comunicación locales informaron de que los manifestantes se trasladaron después a la residencia presidencial de la ciudad, y que ambos edificios estaban en llamas.

De acuerdo con la agencia EFE, los manifestantes también tomaron el aeropuerto de la ciudad, que canceló todos sus vuelos.

"El servicio de seguridad del aeropuerto nos dijo: disculpen, el aeropuerto ha sido tomado. Hoy no habrá vuelos", informó el bloguero kazajo Alisher Yelikbáyev, citado por la agencia rusa Interfax en medio de un corte total de internet en la nación centroasiática que impide el acceso a los medios de prensa locales.

Durante el día, también se registró un "fallo de internet a escala nacional", indicó Netblocks, grupo especializado en la vigilancia de la red.

Esto "puede limitar severamente la cobertura de las manifestaciones antigubernamentales que se intensifican", añadió la oenegé.

Los corresponsales de la AFP en el país comprobaron que la conexión de internet era irregular y que aplicaciones de mensaje como Telegram, Signal y WhatsApp no funcionaban.

Poco después, fue imposible localizar a los periodistas en sus teléfonos móviles.

Estado de emergencia

Al menos ocho policías y militares murieron en los disturbios la madrugada del jueves, según medios de prensa locales, que citaron al Ministerio del Interior.

Según la fuente, 317 miembros de la Policía y militares de la Guardia Nacional resultaron heridos y ocho murieron "a manos de una multitud enfurecida”.

En varias regiones del país continuaron hoy los disturbios y actos de vandalismo organizados por provocadores y elementos criminales. Para los ataques se utilizaron piedras, barras de acero, bates, mezclas inflamables", indicó el Ministerio del Interior.

Según el ministerio, los manifestantes atacaron sedes del Gobierno, servicios públicos, del comercio, la gastronomía y el sector bancario, así como ambulancias, vehículos de bomberos y bienes de ciudadanos comunes.

"Cientos de personas sufrieron el maltrato de la multitud enardecida, incluyendo aquellas que garantizan la conservación del orden y la protección de la salud de la población, incluyendo a 317 agentes de la policía y miembros de la Guardia Nacional", señaló el Ministerio del Interior, que lamentó además pérdidas humanas.

En algunos casos, denunció la autoridad responsable, se observaron intentos de obstaculizar el ingreso hospitalario de las personas heridas.

En un intento de calmar la situación, el presidente Tokayev cesó a su gobierno e impuso el estado de emergencia, inicialmente solo en Almaty, en la provincia de Mangistau y en la capital administrativa, Nur Sultan.

Pero las autoridades lo extendieron poco después al conjunto del territorio hasta el 19 de enero.

Ayuda rusa

El presidente kazajo también anunció que pidió ayuda de Rusia para controlar los violentos disturbios.

"Hoy hice un llamamiento a los jefes de los Estados de la OTSC (Organización del Tratado de Seguridad Colectiva) para que ayuden a Kazajistán a superar esta amenaza terrorista", dijo el presidente Kassym Jomart Tokayev en la televisión estatal.

Tokayev indicó que los "terroristas", que recibieron "entrenamiento en el extranjero", se estaban apoderando de edificios, infraestructuras y "locales donde se encuentran armas pequeñas".

La OTSC es una alianza militar liderada por Rusia e integrada por otras cinco ex repúblicas soviéticas (Armenia, Bielorrusia, Kazajistán, Kirguistán y Tayikistán).

Horas después, el presidente de la OTSC, el primer ministro armenio, Nikol Pashinyan, dijo en Facebook que la alianza decidió enviar "fuerzas colectivas de mantenimiento de la paz" a la ex república soviética "por un periodo de tiempo limitado para estabilizar y normalizar la situación en este país" que fue causada por "injerencias externas”.

Rusia, crucial para la economía de Kazajistán, llamó por la tarde a resolver la crisis mediante el "diálogo" y no con "disturbios callejeros”.

En Washington, la Casa Blanca pidió "moderación" a las autoridades kazajas.

Con información de AFP, EFE y Reuters

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