A parte de esta manifestación, la situación parecía volver a la calma. El gran mercado, los comercios y las gasolineras estaban abiertos y no había una presencia militar especialmente importante en el centro de la ciudad, constató un periodista de la AFP.
El lunes por la noche, los militares anunciaron por televisión que tomaron el poder tras un alzamiento debido a las críticas al presidente por su fracaso para contener el auge de los yihadistas.
Los golpistas anunciaron en la televisión el "fin del mandato" de Kaboré, en el gobierno desde 2015.
El poder está ahora en manos del Movimiento Patriótico por la Salvaguarda y la Restauración (MPSR) y su líder, el teniente coronel Paul-Henri Sandaogo Damiba, comandante de la tercera región militar que abarca el este del país, especialmente afectado por los ataques yihadistas.
El MPSR instauró un toque de queda de 21H00 a 05H00, disolvió la Asamblea y suspendió la Constitución. También cerró las fronteras, pero la junta militar anunció que iniciaría la apertura de las conexiones aéreas a partir de este martes.
Incertidumbre
Este martes, el presidente francés, Emmanuel Macron, declaró que Kaboré, que sigue en paradero desconocido, le "había confirmado ayer (lunes) por la noche que estaba con buena salud y que no estaba amenazado".
La misma incertidumbre planeaba en torno al primer ministro Lassina Zerbo y otros responsables del anterior gobierno.
Burkina Faso ha sufrido varios intentos de golpe de Estado. En el vecino Malí, donde comenzó la insurgencia yihadista, los militares derrocaron en 2020 a un gobierno civil.