El gobierno de Estados Unidos se unió a los aliados europeos para imponer sanciones a dos bancos rusos, la deuda soberana de Moscú y varios oligarcas, entre otras medidas.
Y el miércoles, cuando las tropas rusas se disponían claramente a atacar, Biden anunció que impondría sanciones al gasoducto de gas natural Nord Stream 2, que une Alemania y Rusia, un país rico en energía.
Alemania había anunciado que bloquearía la apertura del oleoducto, que todavía no funciona.
Según altos cargos estadounidenses, las nuevas sanciones, más duras, incluirán otros bancos más grandes, más oligarcas cercanos a Putin y, lo que es más importante, una prohibición de las exportaciones a Rusia de equipos y componentes de alta tecnología.
No está claro cuántas de estas medidas se anunciarán el jueves.
El vicecanciller de Alemania, Robert Habeck, señaló el jueves que habrá un "paquete de sanciones fuertes" que "aislará la economía rusa del progreso industrial, atacará y congelará activos y participaciones financieras y limitará drásticamente el acceso a los mercados europeos y estadounidenses".
"Ninguna institución financiera rusa está a salvo", dijo el miércoles el portavoz del Departamento de Estado, Ned Price, horas antes de que se lanzara la invasión.
Price afirmó que dos grandes bancos rusos estaban en el punto de mira, los dos con "750.000 millones de dólares en activos, la mitad del sistema bancario ruso en total".