División francesa
La desilusión con Macron se vio reflejada en una tasa de abstención esperada en torno a 28%, la más elevada desde 1969.
Los primeros resultados mostraron que la votación estuvo muy dividida por edad y estatus socioeconómico: dos tercios de los votantes de clase trabajadora respaldaron a Le Pen, mientras que proporciones similares de ejecutivos de cuello blanco y pensionistas apoyaron al presidente, según un sondeo de Elabe.
Macron obtuvo cerca de 59% de los votos del rango entre los 18 y los 24 años, con la votación prácticamente dividida a la mitad en las otras categorías etarias.
Durante la campaña, Le Pen se centró en el aumento del costo de vida y el estilo a veces abrasivo de Macron como algunos de sus puntos más débiles.
Prometió fuertes recortes en el impuesto a los carburantes, un impuesto sobre las ventas de 0% en artículos esenciales, desde la pasta hasta los pañales, exenciones para los trabajadores jóvenes y una postura de "Francia primero" en materia de empleo y bienestar.
Por su parte, Macron señaló que la pasada admiración de su rival por Vladimir Putin demuestra que no es fiable en la escena mundial, al tiempo que insistió en que mantiene sus planes para sacar a Francia de la Unión Europea, algo que ella negó.