Convocados por la poderosa Confederación de Nacionalidades Indígenas (Conaie), los manifestantes en Quito y otras zonas del país reclaman al gobierno de Guillermo Lasso la reducción del precio de los combustibles en protestas que llevan ya nueve días.
En casi un año, el diésel subió un 90% (a 1.90 dólares) y la gasolina un 46% (a 2.55). Desde octubre pasado los precios están congelados por la presión social.
La Conaie, liderada por Leonidas Iza, reclama rebajarlos a 1.50 y 2.10 dólares, respectivamente.
Los indígenas también reclaman un control de precios a los productos agrícolas para mejorar sus economías familiares. Otra exigencia es una moratoria de un año para el pago de créditos con la banca.
"A nosotros los pequeños agricultores nos han subido bastantísimo las cosas (insumos y abonos) y nuestros productos no suben nada", dijo a la AFP Tito Zamora, un indígena de la aldea de Sigchos en Cotopaxi.
Explicó que mientras un litro de leche se vende hasta en un dólar en Ecuador, ellos reciben por esa misma cantidad 0.35 centavos.
Mazabanda aseguró que el objetivo es "sacar a Lasso" del poder.
El mandatario, que asumió en mayo de 2021, ha denunciado que el movimiento indígena lo quiere “botar”.
"Hemos tendido la mano, hemos llamado al diálogo, pero ellos no quieren la paz, ellos buscan el caos, quieren botar al presidente", declaró el gobernante en un video divulgado el lunes en Twitter.