Se trata de dos candidatos "muy conocidos, con altas intenciones de voto y seguidores fieles", añade.
Bolsonaro ha definido la campaña como una batalla entre el "bien y el mal", señalando que la vuelta de Lula al poder podría significar la instalación del "comunismo" en Brasil.
Lula promete restaurar los logros sociales para las clases más vulnerables que caracterizaron su gobierno, a la vez que ataca duramente a Bolsonaro por las 680,000 muertes en Brasil durante la pandemia.
La principal preocupación de los brasileños, según las encuestas, es la situación económica, marcada en los últimos años por altos niveles de desempleo y una inflación que ha restado popularidad a Bolsonaro.
Aunque la tendencia es que el presidente mejore sus números con las recientes bajas de los precios de los combustibles y el aumento de ayudas sociales, la gran incógnita para los analistas es si llegará a tiempo de revertir los números.
Además del pedido explícito de votos en actos públicos, a partir de este martes queda permitida la propaganda por internet, donde especialmente Bolsonaro cuenta con millones de seguidores en redes sociales.
Más de 156 millones de brasileños están habilitados para votar el 2 de octubre, primera vuelta de unas elecciones en las que también se disputan cargos de diputados, senadores y gobernadores de los 26 estados del país.
Los dos principales candidatos se encontrarán en la noche en Brasilia, donde se espera que asistan a la ceremonia de asunción del juez Alexandre de Moraes como presidente del Tribunal Superior Electoral.