Durante el mandato de Bolsonaro, un excapitán del Ejército, la deforestación anual promedio en la Amazonia brasileña aumentó 75% comparado con la década anterior.
El ministerio de Justicia de Brasil dijo a la agencia Reuters que ha estado llevando una operación policial desde el año pasado para combatir la deforestación ilegal y los incendios forestales y para proteger las tierras indígenas.
"Cualquier persona a la que le importe el futuro de la selva, la vida de los pueblos indígenas y la posibilidad de tener un planeta habitable, debería votar para quitar a Bolsonaro de la presidencia el próximo 30 de octubre", dijo el secretario ejecutivo del Observatorio, Marcio Astrini, en un comunicado.
El izquierdista Luiz Inácio Lula da Silva venció en la primera vuelta de los comicios con 48% de los votos, frente al 43% que obtuvo Bolsonaro, un resultado que obligó a definir en un balotaje.
El expresidente Lula (2003-2010), cuyo historial medioambiental es también blanco de críticas, prometió aumentar las metas de reducción de gases de efecto invernadero acordadas por Brasil en el Acuerdo de París, reactivar el Fondo Amazonía de financiación internacional para proteger la selva y combatir la deforestación, entre otras medidas.
La campaña de Bolsonaro defiende el legado del actual jefe de Estado, alegando que "equilibra la protección ambiental con el crecimiento económico justo y sostenible".