"Si la sociedad y si es que la situación lo amerita adelantar elecciones, en conversación con las fuerzas democráticas y políticas del Congreso, nos sentaremos a conversar", dijo Boluarte a periodistas saliendo de su domicilio en un distrito limeño, antes de enrumbar a Palacio de Gobierno.
Imágenes de la televisión local mostraron temprano el bloqueo en un tramo de la principal carretera de la costa peruana, a 300 kilómetros al sur de Lima, por parte de cientos de agricultores que exigían adelantar las elecciones.
Otras protestas con pedidos similares y de apoyo a Castillo se habían registrado también el jueves, aunque moderadas, en algunas calles de Lima y ciudades del interior del país.
"Yo he votado por Castillo, este Congreso no nos representa, queremos la libertad de Castillo", dijo Maribel Quispe a la AFP, en la marcha que salió de la céntrica Plaza San Martín, e incluyó en su ruta la Fiscalía antes de emrumbar al Parlamento.
"Queremos que cierren este Congreso corrupto y liberen a Castillo. Tomó la decisión de cerrar el Congreso porque no lo dejaban trabajar", afirmó Sara Medina.
Varias decenas de policías antidisturbios cerraron las avenidas que conducen al Parlamento, para impedir el paso de la protesta. Los manifestantes quemaron pancartas con la imagen de la presidenta Boluarte, al grito de "¡golpista!"
Boluarte, una abogada de 60 años que era la vicepresidenta de Castillo, se convirtió en la primera mujer que asume la magistratura del país y debe cumplir el actual mandato hasta el 2026, según la Constitución.
"Quiero llamar a las hermanas y los hermanos que están saliendo en protesta, seguramente con razón o sin razón, quiero llamar a ellos: calmémonos", dijo la mandataria. "No he sido yo quien ha provocado tal situación, acá estoy solo cumpliendo el rol constitucional (...) busquemos una salida pacífica”.
Respecto a pedidos de algunos partidos de izquierda y de un sector de la población de convocar a una asamblea constituyente para redactar una nueva Constitución, la mandataria dijo que es un reclamo postergado que no se debe abandonar.