Esos tanques están muy extendidos por Europa, pero para ser enviados a Kiev era necesaria la autorización de Alemania, que en ese sentido recibió una tremenda presión de sus socios de la OTAN en los últimos días.
El portavoz de la presidencia rusa, Dmitri Peskov, dijo este miércoles antes de anunciarse la decisión que Occidente "sobrestima el potencial que (los tanques) podrían darle al ejército ucraniano”.
"Esos tanques arderán, al igual que todos los demás. Son demasiado caros", enfatizó.
Del lado occidental, los agradecimientos a Berlín no se hicieron esperar.
"Es un gran paso para detener a Rusia. Juntos somos más fuertes", afirmó el primer ministro polaco, Mateusz Morawiecki, que había presionado con fuerza en los últimos días.
Los Leopard "reforzarán la potencia de fuego defensiva de Ucrania" y son "la decisión correcta", dijo el primer ministro británico Rishi Sunak, cuyo país anunció recientemente el envío de 14 tanques pesados Challenger 2 a Ucrania.
Francia dijo felicitarse de la decisión alemana. El gobierno del presidente Emmanuel Macron todavía no decidió si enviar a Ucrania sus propios tanques Leclerc.
Según los analistas, las vacilaciones de Alemania se debieron al temor a una escalada militar con Rusia. La cuestión provocó tensiones en el seno del gobierno de coalición, entre el Partido Socialdemócrata de Scholz, los Verdes y los Liberales.
Con información de AFP y Reuters