Carlos III incluso creó un pueblo, Poundbury, en las afueras de Dorchester, donde aplicó sus preferencias arquitectónicas.
Bajo su liderazgo, el Ducado creció en tamaño y en su último informe anual cuenta con más de 1,000 millones de libras en activos, todo un récord, con unos ingresos para el heredero que ascienden a 23 millones de libras, un aumento de más del 40% en quince años
Estos ingresos, que van ahora a su heredero el príncipe Guillermo, de 40 años, llenaron durante muchas décadas las arcas de Carlos, quien tuvo que esperar hasta los 73 años para ascender al trono.
Ahora además, debido a una tradición secular confirmada en los años 1990 para evitar la disolución del patrimonio real, el monarca "no pagará ningún impuesto de sucesión" por la considerable herencia de su madre, explicó a la AFP el abogado especializado Geoff Kertesz.
La herencia de Isabel II
El testamento de la reina no es público, algo también exclusivo de los monarcas.
Pero el castillo de Balmoral, donde veranea la familia real, y la finca de Sandringham figuran entre las propiedades heredadas por Carlos, a diferencia del palacio de Buckingham y el castillo de Windsor, que pertenecen al Estado.
Otro símbolo histórico de la monarquía británica, las "joyas de la corona", que representan varios miles de millones de libras, son también propiedad de la nación, por lo que se excluyen de la evaluación de la fortuna real.