La también consultora explica que los reyes normalmente llegan a una conciliación con sus primeros ministros, quienes tomas las decisiones más políticas. Por eso, también suelen ser bastante discretos con sus opiniones políticas, así como con el tipo de eventos a los que acuden.
Carlos III, no obstante, está rompiendo algunas de las tradiciones que su madre siguió durante su reinado.
Por ejemplo, en febrero, después de que el Reino Unido y la Unión Europea llegaran a un nuevo acuerdo sobre la frontera entre Irlanda del Norte y la República de Irlanda, el rey Carlos III tuvo una reunión con Ursula von Der Leyen, la presidenta de la Comisión Europea.
"Lo que hemos acordado hoy es histórico”, dijo la política alemana previo a su reunión con el monarca.
En Reino Unido, este encuentro fue bastante criticado, ya que Isabel II se mantuvo siempre al margen de las negociaciones sobre el brexit, —la salida de este país de la Unión Europea—, por lo que un encuentro con la líder europea era casi impensable.
Otro ejemplo de las diferencias que podemos esperar entre Isabel II y su sucesor ocurrió durante el primer viaje al exterior de Carlos como rey. Durante su visita de Estado a Alemania, se convirtió en el primer monarca británico en hablar ante el Parlamento alemán.
"La seguridad de Europa y nuestros valores democráticos están bajo amenaza", expresó el monarca, quien agregó que "la guerra de agresión contra Ucrania trajo sufrimiento inimaginable a tanta gente inocente”.