Sin embargo el presidente electo fue ambiguo con una de sus promesas de campaña que dio mucho que hablar: dolarizar la economía argentina.
"El eje central es cerrar el Banco Central, después la moneda será la que elijan los argentinos libremente", se limitó a decir.
Durante la campaña electoral, el FMI advirtió que la dolarización "requiere importantes pasos preparatorios y no sustituye a políticas macroeconómicas sólidas". Lo mismo avisó el Banco Mundial, que estimó que la dolarización de la economía argentina crearía problemas sin unas "cuentas fiscales a raya”.
Loser está convencido de que "la dolarizacion no soluciona per se los problemas de la Argentina, como no lo hizo en Ecuador y El Salvador", porque "hace falta un apoyo significativo de afuera para tener los dólares y tienen que usar sus energías en otras cosas”.
Por el contrario a Porzecanski le parece "una buena idea", pero coincide en que durante los próximos meses "el nuevo gobierno no tendrá los dólares necesarios" por lo que se inclina por "un paso intermedio”.
Se trataría de legalizar "la tenencia, el ahorro, y las transacciones realizadas con dólares, pasando a un régimen de cambio dual donde los pesos y dólares circulan simultáneamente, y los argentinos puedan usar dólares o pesos para llevar a cabo sus pagos con entera libertad", explica.
En Argentina, donde los dólares escasean y las reservas del Banco Central están muy menguadas o incluso en negativo según algunos economistas —incluido el presidente electo—, coexisten más de una decena de tipos de cambio para diferentes actividades. Además, hay restricciones para acceder a dólares.
Ahora que Milei revolucionó la política con su elección todos se preguntan a quién nombrará como ministro de Economía. Otro misterio que los mercados esperan que se revele pronto.