En la víspera, Caracas había acusado al presidente de Guyana, Irfaan Ali, de dar "luz verde" a bases militares estadounidenses en el Esequibo.
El secretario de Estado estadounidense, Antony Blinken, habló el miércoles con Ali para "reafirmar el apoyo inquebrantable de Estados Unidos a la soberanía de Guyana", señaló el Departamento de Estado.
Blinken pidió "una solución pacífica" y el respeto de las partes "al laudo arbitral de 1899, que determina la frontera terrestre entre Venezuela y Guyana", a menos que "lleguen a un nuevo acuerdo o un órgano legal competente decida lo contrario".
En una declaración conjunta, Brasil Argentina, Paraguay, Uruguay, Chile, Colombia, Ecuador y Perú instaron a Guyana y Venezuela "al diálogo" y la búsqueda de una "solución pacífica".
Más temprano, el presidente de Brasil, Luiz Inácio Lula da Silva, también llamó la atención. "Lo que no queremos es una guerra en América del Sur, no necesitamos un conflicto", dijo.
Brasil reforzó su presencia militar en sus fronteras con Guyana y Venezuela.
El secretario de Exteriores británico, David Cameron, en tanto, señaló que Venezuela carece de motivos para justificar una acción unilateral y pidió "parar".
A solicitud de Guyana, el Consejo de Seguridad de Naciones Unidas se reunirá el viernes a puertas cerradas para abordar el conflicto territorial, según la agenda oficial.
En una carta vista por la AFP, el ministro de Asuntos Exteriores guyanés, Hugh Hilton Todd, solicita al Consejo de Seguridad "una reunión urgente".
Con información de AFP y Reuters