La acusación se conoce en momentos en que Trump disputa la candidatura presidencial republicana para las elecciones de 2024, en medio de numerosas acusaciones en su contra por interferencia electoral.
Trump habría dicho a los dos miembros republicanos de la junta electoral del condado de Wayne que "tenemos que luchar por el país" y que "no podemos dejar que esta gente nos arrebate el país".
La llamada se dio dos semanas después de las elecciones del 3 de noviembre, en las que Trump perdió el estado de Michigan.
En la llamada participó la presidenta del Comité Nacional Republicano, Ronna McDaniel, de Michigan, quien en un punto de la conversación dijo que "no lo firmen (...) les conseguiremos abogados".
Trump coincidió y agregó: "Nos encargaremos de eso".
Cerca de 18% de la población de Michigan vive en el condado de Wayne, donde se emitieron unos 878.000 votos en 2020, según el diario.
El expresidente ha negado cualquier delito y ha descrito los cargos como una cacería de brujas política destinada a frustrar su campaña, al tiempo que continúa difundiendo falsas afirmaciones de fraude electoral generalizado en 2020.
Trump, de 77 años, irá a juicio en marzo por cargos federales de conspirar para revertir su derrota en las elecciones de 2020, ganadas por el actual presidente demócrata, Joe Biden.
Enfrenta cargos similares en el estado sureño de Georgia, donde habría presionado al secretario de Estado local, Brad Raffensperger, para "encontrar" 11,780 votos, suficientes para revertir su derrota en ese estado.
Steven Cheung, portavoz de la campaña de Trump, dijo que las acciones del expresidente eran parte de sus deberes para "asegurar la integridad electoral".
Las autoridades de Michigan han presentado cargos por delitos graves contra 16 residentes republicanos del estado por su papel en un presunto esquema de falsos electores tras las elecciones presidenciales de 2020. No han presentado cargos contra Trump.
Con información de AFP y Reuters