"Este gobierno no puede permanecer en el poder después de lo que pasó el 7 de octubre", sostiene Shahi Gil, un piloto de 50 años.
"No tienen la confianza del pueblo, sus motivaciones se guían por la voluntad de quedarse en el poder, no por lo que es bueno para el país", añade.
Netanyahu, acusado de fraude y corrupción, deberá comparecer ante la justicia cuando deje el poder, recordaron muchos de los presentes.
"¡Elecciones! ¡Ahora! ¡Ahora", "¡Vergüenza! ¡Vergüenza! ¡Vergüenza al gobierno!", coreó la multitud durante la protesta, que terminó con algunas tensiones con la policía, que usó cañones de agua para dispersar a los manifestantes.
"Bibi (el apodo por el que se conoce a Netanyahu) no tiene interés por los judíos o por los árabes, sólo está interesado por sí mismo", gritó una mujer desde una tribuna.
La guerra en Gaza, sin embargo, genera diversas opiniones. Algunos se muestran a favor de un alto al fuego inmediato para que se libere a los rehenes. Otros, como Shahi Gil, creen que hay que ir más allá.
"Tenemos que encontrar una solución con los palestinos, no con Hamás sino con los que están a favor de la paz o al menos de una coexistencia", dice.
"No tenemos opción", añadió Israel Alva. "No hay que empezar una guerra si no hay proyecto político detrás", reflexiona.
Daniel Goldrich, un músico de 23 años, opina que es "difícil" pronunciarse. "Queremos que regresen los rehenes y después necesitamos paz, necesitamos tranquilidad", dice.