Putin cambió el curso de la guerra civil siria al intervenir en 2015, apoyando al presidente Bashar al Assad contra la oposición y Estado Islámico.
"ISIS-K ha estado obsesionado con Rusia durante los últimos dos años, criticando frecuentemente a Putin en su propaganda", dijo Colin Clarke, del Centro Soufan.
El EI también ha golpeado a Rusia con anterioridad. En 2015, el grupo reivindico la explosión de un avión ruso que despegó de Egipto y en el que viajaban 224 personas.
En 2002, el EI llevó acabo un atentado en la embajada de Rusia en Kabul, en el que murieron dos diplomáticos rusos y cuatro ciudadanos afganos.
Amira Jadoon, profesora asociada de la Universidad Clemson de Estados Unidos, explicó a la BBC que “los intentos de establecer vínculos con los talibanes, hacen de Rusia un adversario clave”.
A pesar de algunos parecidos, el EI-K y los talibanes son rivales y difieren en detalles sobre religión y estrategia, y cada uno dice ser el verdadero estandarte de la yihad.
En una muestra de su enemistad, los comunicados del EI se refieren a los talibanes como apóstatas. Los talibanes, por su parte, se refieren al EI como "círculos del mal”.
El EI-K se enfrentó a la represión de los talibanes contra sus disidentes y no pudo extender su territorio, tal y como consiguió hacer el grupo en Irak y Siria.
“Los talibanes son el peor enemigo de EI y esta organización considera a Rusia amiga del Talibán”, dijo a la BBC Michael Kugelman, director del Instituto del Sur de Asia en el Wilson Center, con sede en Washington.