Pero otras publicaciones revelan un lenguaje "mucho menos vertical" al "jerarquizado" de la antigua guerrilla que depuso las armas.
Hoy "cada combatiente tiene un celular" con el que puede producir contenido, añade Roux.
Influencers y cohesión
Para la investigadora Juana Cabezas, de Indepaz, las disidencias "seducen" a los jóvenes con un "discurso material de joyas, dinero, mujeres, autos", respaldados por la economía de la coca que "garantiza un ingreso fijo".
Así la estética narco que impusieron Pablo Escobar y sus socios hace cuatro décadas se fusiona con algunos mensajes rebeldes, aludiendo a un modo singular de ascenso y de revancha social, en uno de los países más desiguales de América Latina.
Los contenidos presentan "un modo de vida donde el dinero, el trago y las mujeres son trofeos" y, al mismo tiempo, "se combina de manera muy curiosa con todo el imaginario fariano de la lucha de clases", sostiene Roux.
La propaganda en redes sociales sirve como una "herramienta de reclutamiento", pero además fomenta "la cohesión interna" de la guerrilla, dice el experto. Logra que personas desplegadas en frentes "separados geográficamente se sientan parte de una organización más grande".
Algunos perfiles conservan la apariencia institucional de las FARC-EP, pero cada vez más surgen cuentas de influencers uniformados y en armas, repletas de selfis.