El jueves, la exactriz de cine porno, en el centro del caso que ha sentado en el banquillo al primer expresidente de Estados Unidos, negó que amenazara al magnate si no le pagaba para guardar silencio sobre una supuesta relación que habían tenido en 2006 y que Trump siempre ha negado.
Los abogados de Trump han querido presentarla ante el jurado como "sórdida, avariciosa y poco fiable" y la acusaron de "extorsionar" al magnate republicano, en plena campaña para las elecciones presidenciales de noviembre frente a Joe Biden.
"Si esta historia no fuera cierta, la habría escrito mucho mejor", respondió Daniels.
Los abogados de Trump llegaron a pedir la anulación del juicio la víspera alegando que su testimonio es "extremadamente perjudicial" para una causa que gira esencialmente sobre registros contables relacionados con las elecciones.
El juez Juan Merchan ordenó la continuación del juicio, pero reconoció que parte del testimonio de Daniels, que ha estado en torno a ocho horas sobre el estrado, hubiera sido "mejor no decirlo".
Tras Daniels subió al estrado Rebecca Manochio, quien trabaja en la empresa familiar Trump Organization.
En declaraciones a los periodistas a la entrada al tribunal este jueves, Trump dijo que el juicio es un "caso Frankenstein".
"El fiscal se lo está inventando sobre la marcha", bramó el magnate que no hizo referencia al interrogatorio.