"Equilibrio"
Al término de un proceso iniciado en diciembre de 2022, con la puesta en marcha de una convención de ciudadanos escogidos por sorteo para debatir cómo crear una "ayuda a morir", el gobierno presentó en abril de 2024 su proyecto de ley.
Aunque el gobierno evita hablar de eutanasia o suicidio asistido, el objetivo es ofrecer la posibilidad a determinados pacientes de suicidarse y, cuando son incapaces de llevar a cabo el acto fatal, recibir ayuda para morir.
El proyecto inicial contempla la posibilidad de administrar una sustancia letal a los adultos que lo soliciten, si corren el riesgo de morir a corto o medio plazo por una enfermedad "incurable" y que provoca dolores que no se pueden tratar.
Pero, durante los debates en comisión previos a su examen por el hemiciclo de la Asamblea Nacional, los diputados modificaron la formulación para incluir la noción de pacientes "en fase avanzada o terminal", en lugar de la idea de "corto o medio plazo"
Cambiar los criterios es "romper el equilibrio", advirtió la ministra de Salud, Catherine Vautrin.
La ayuda a morir no podrá aplicarse a los menores de edad ni a los pacientes que padecen enfermedades psiquiátricas o neurodegenerativas que afecten al discernimiento, como el alzhéimer.
Hasta ahora, los pacientes franceses con dolorosas enfermedades que querían poner fin a sus días viajaban a otros países como la vecina Bélgica, que junto a Países Bajos, fueron los primeros en permitir la eutanasia en 2022.
España autorizó la eutanasia y el suicidio medicamente asistido a personas con enfermedades graves e incurables en 2021, un año antes que Portugal. Más allá de Europa, los americanos Canadá, Colombia y Ecuador también permiten la eutanasia.