Catástrofe humanitaria en Gaza
La guerra se desencandenó el 7 de octubre, cuando milicianos islamistas mataron a 1,194 personas, en su mayoría civiles, y secuestraron a 251 en el sur de Israel, según un recuento basado en datos oficiales israelíes.
El ejército israelí estima que 116 personas permanecen secuestradas en Gaza, 41 de las cuales habrían muerto.
En respuesta, Israel lanzó una ofensiva que ya ha dejado al menos 37,396 muertos en Gaza, también civiles en su mayoría, según el Ministerio de Salud del territorio.
El conflicto también desató una catástrofe humanitaria, que según la ONU sumió a los habitantes de Gaza en una situación al borde de la hambruna.
El 9 de octubre, Israel impuso un asedio "casi completo" al territorio, obstaculizando la entrada de alimentos, agua, combustible y medicamentos. La ayuda humanitaria autorizada a entrar es insuficiente.
El primer ministro israelí, Benjamin Netanyahu, enfrenta una oleada de críticas internas y externas por su gestión de la guerra y por no haber logrado que los rehenes sean liberados.
Pero el dirigente, al frente de una coalición de fuerzas nacionalistas, ultraconservadoras y ortodoxas judías, afirma que proseguirá la guerra hasta "aniquilar" a Hamás, considerado como una organización "terrorista" por Israel, la Unión Europea y Estados Unidos.
El fiscal de la Corte Penal Internacional (CPI) solicitó en mayo que la máxima instancia judicial de la ONU emita pedidos de captura Netanyahu, su ministro de defensa, Yoav Gallant, y tres dirigentes de Hamás por presuntos crímenes crímenes de guerra y contra la humanidad.