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¿Por qué el debate presidencial entre Biden y Trump es crucial para la elección?

Los dos futuros candidatos a la presidencia de Estados Unidos se han preparado desde hace varios días para su primer enfrentamiento, que puede ayudar a definir al ganador de los comicios.
mié 26 junio 2024 08:35 AM
El presidente de los Estados Unidos, Donald Trump, y el candidato presidencial demócrata Joe Biden participan en su último debate de la campaña presidencial de EE. UU. de 2020 en el Centro de Eventos Curb de la Universidad de Belmont en Nashville, Tennessee, EE. UU., el 22 de octubre de 2020.
La CNN espera evitar la cacofonía que dominó el primer duelo televisado de las elecciones presidenciales de 2020, también protagonizado por Trump y Biden.

La cadena CNN transmitirá este jueves el primer debate presidencial entre Joe Biden y Donald Trump, una cita que puede decidir las elecciones.

Este debate será particular: se celebrará tres semanas antes de la Convención Nacional Republicana, en la que se espera que Trump sea nombrado oficialmente candidato, y casi mes y medio antes de la Convención Nacional Demócrata, que oficializará la nominación de Joe Biden.

Lee: ¿Quién ganó el debate en Estados Unidos?

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“Hay que recordar que ninguno de los dos son candidatos aún, porque no se han realizado las convenciones de sus partidos, pero como ninguno tiene ningún rival de peso dentro de su partido, se da por hecho que serán nominados”, indica Gildardo López, profesor de la escuela de Gobierno y economía de la Universidad Panamericana, en entrevista con Expansión.

A diferencia de todos los debates presidenciales en Estados Unidos, este no fue planeado por la comisión de debates, sino que fue pactado por las campañas de los propios candidatos, que decidieron debatir meses antes de lo usual. Los debates suelen celebrarse en otoño, después de las convenciones partidistas y mucho más cerca de las elecciones.

"El riesgo es que el público estadounidense no preste mucha atención a la actualidad durante el verano", dijo Kathleen Hall Jamieson, profesora de comunicación en la Universidad de Pensilvania, a la AFP.

Este debate enfrenta a los dos aspirantes a la presidencia de mayor edad. Joe Biden tiene 81 años y habrá cumplido 82 al inicio de un eventual segundo mandato. Donald Trump acaba de cumplir 78 años.

Una elección muy cerrada

"En general, los debates presidenciales no afectan a un número suficiente de votos para decidir el resultado de unas elecciones. Pero cuando una elección es reñida, como puede ser ésta, desempeñan un papel importante", agregó Hall Jamieson.

El debate se celebrará en un momento en que las encuestas están muy cerradas. De acuerdo con el promedio de encuestas de The New York Times, actualizado hasta el 24 de junio, Donald Trump y Joe Biden tienen, cada uno, el 46% de las preferencias electorales.

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Aunque Donald Trump lleva ventaja en los siete estados clave que puede definir quién será el próximo presidente de Estados Unidos, la diferencia en la mayoría de ellos es de menos de 5 puntos porcentuales. En el caso de Wisconsin, la diferencia es de menos de 1%, en Michigan y Pensilvania, la ventaja es de apenas 2%.

De acuerdo con el análisis del diario neoyorquino, la ventaja de Trump es menos marcada que la que han tenido otros candidatos en el pasado.

“De hecho, el promedio de las encuestas de hoy muestra una carrera más cercana que las últimas encuestas de noviembre en cualquier elección de las últimas dos décadas”, indica Nata Cohn analista político jefe del Times.

Además, hay un porcentaje importante de los votantes aún podría cambiar la dirección de su voto.

“Esta es una elección muy cerrada, a pesar de que la anterior también muy muy cerrada, y conforme transcurre el tiempo, se cierra más, esa es la importancia de debate”, dice López de la UP. “Esto nos habla de que la diferencia es muy poca, de que todavía hay quienes puedan cambiar su voto”.

Otra peculiaridad de este debate es que los dos contrincantes ya han gobernado Estados Unidos y mostrado en la práctica cómo funcionan sus dos proyectos de nación. La clave en este debate será defender esas visiones y consolidarlas.

“Gran parte del contenido de este debate va en la búsqueda de esas diferencias que puede darle el triunfo a cualquiera de los dos”, dijo López.

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Biden y Trump se preparan

Al igual que los deportistas antes de un enfrentamiento importante, tanto Trump como Biden llevan las últimas semanas preparándose para el debate, así como estudiando a su rival. Ambos candidatos han buscado afirmar sus debates en temas claves, como la economías, la política exterior y la idoneidad de su rival para presidir Estados Unidos.

Ron Klain, exjefe de gabinete de Biden y veterano en la preparación de debates, dirige las sesiones de Biden en Camp David, el refugio de montaña al oeste de Maryland donde el presidente se preparó para su encendido discurso sobre el Estado de la Unión en marzo.

Un portavoz de la campaña no quiso hacer comentarios sobre si el exasesor de la Casa Blanca Bob Bauer retomaría el rol de Trump que desempeñó durante la preparación del debate en 2020.

El equipo de Biden se centrará en refinar el argumento de que Trump aplica políticas extremistas en materia de aborto y otras cuestiones, es un peligro para la democracia y está en deuda con los ricos donantes que le extienden cheques, dijo un funcionario de la campaña a Reuters.

"El presidente se ha vuelto cada vez más punzante en comentarios recientes sobre Trump y planea llevar ese tema hasta el debate", dijo a la cadena CNN un funcionario de la campaña de Biden.

El bando demócrata ve el debate como un punto de partida y una oportunidad de presentar su estudio de los contrastes entre candidatos ante un público nuevo y comprometido.

Trump, por su parte, pretende asegurar a los votantes que puede ser un líder más firme y eficaz que su sucesor, a pesar de los problemas legales que le rodean y de un enfoque profundamente divisivo de la política.

En el campo del expresidente, se quiere hacer que Biden defienda el historial de su gobierno en materia de inmigración e inflación, así como la forma en que lidia con "un mundo en llamas", dijo el asesor principal de campaña Brian Hughes en referencia al conflicto entre Israel y Hamás y la invasión de Rusia a Ucrania.

Los asesores de Trump dicen que está adoptando un enfoque más informal para prepararse para el debate que en el pasado, cuando su antiguo aliado Chris Christie asumió los papeles de los rivales Hillary Clinton en 2016 y Biden en 2020.

Trump, dicen, ha estado perfeccionando su argumento ante los votantes durante más de un año de mítines y entrevistas con los medios. No se espera que participe en un simulacro de debate.

"La idea de que tiene que estar en una sala y hacer un simulacro —primero este tipo hace eso, luego tú haces esto— no es su estilo", dijo Hughes.

El objetivo del debate, evitar el caos

Para evitar el caos del duelo de 2020 entre los dos candidatos, los micrófonos permanecerán silenciados fuera del turno de palabra y no habrá público en la sala.

Invectivas, burlas y un presidente en funciones, Donald Trump, interrumpiendo constantemente a su contrincante Joe Biden, que finalmente le espetó: "¿Te puedes callar, hombre?".

La CNN espera evitar la cacofonía que dominó el primer duelo televisado de las elecciones presidenciales de 2020. En primer lugar, el debate se celebrará sin público en los estudios de la cadena en Atlanta, a partir de las 21:00 (19:00, tiempo de Ciudad de México). Por ello, el micrófono de Joe Biden se silenciará cuando hable Donald Trump y viceversa.

Los dos candidatos de más edad de la historia estadounidense estarán de pie detrás de un atril durante 90 minutos.

CNN asegura que sus dos moderadores, Jake Tapper y Dana Bash, figuras de la cadena, "utilizarán todas las herramientas a su disposición para hacer respetar los tiempos de palabra y garantizar un debate civilizado”.

“Más que conductores de de noticias, la CNN eligió a dos analistas políticos”, dijo López, quien destacó que Tapper es el responsable del programa State of the Union y el jefe de los corresponsales de la cadena en Washington.

Sobre los moderadores, Trump ha dicho que sabe que debatirá con tres personas “en vez de con una, en vez de con la mitad de una persona”.

La CNN no ha informado de sus preguntas ni prevé hacer una verificación de datos en tiempo real.

"Uno de los problemas de un debate con Donald Trump", que repite por ejemplo sin pruebas que le robaron la elección de 2020, "es que los moderadores no pueden verificar los hechos en tiempo real y es mejor así, ya que sería muy arriesgado y perturbaría el debate", dice Kathleen Hall Jamieson. "El riesgo es que más que informar, el debate puede multiplicar las informaciones inexactas", dice.

Joe Biden y Donald Trump no tendrán teleprónteres ni pequeñas fichas preparadas, pero sí con qué tomar notas. Tampoco podrán reunirse con sus equipos durante las dos pausas publicitarias.

La edad, un factor clave

Para el académico de la UP, uno de los temas clave de la elección, es mostrar quién de los candidatos es más “presidenciable”, es decir, tiene la apariencia de ser más apto para gobernar el país.

“Lo último que los electores quieren es un presidente incapaz, un presidente lento, un presidente incapaz de reaccionar”, dice López.

La edad de los dos candidatos ha sido un tema de conversación en los últimos meses, pero la salud física y mental del presidente Biden es la que más preocupación ha provocado.

"Es una prueba increíble de su competencia cognitiva", dijo Patrick Stewart, profesor de ciencias políticas de la Universidad de Arkansas, que ha escrito un libro sobre los debates presidenciales. "Es nuestra oportunidad de ver cuánto han decaído o si han decaído”.

Alan Schroeder, profesor emérito de periodismo en la Universidad Northeastern, ve cierto riesgo en el enfoque menos formal de Trump, quien, como Biden, no ha debatido en cuatro años tras evitar los cara a cara con sus contrincantes republicanos en las primarias.

"Ha hecho tantos eventos televisivos de distintos tipos que cree que puede improvisar", dijo Schroeder, experto en debates presidenciales. "Pero debatir es algo muy específico. No da rédito presentarse sin más”.

El mismo Trump, en los anteriores debate contra Biden, ha divagado demasiado, lo que muchas veces lo termina dirigiendo a los insultos y las interrupciones, que la organización busca evitar a toda costa.

Con información de AFP y Reuters

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