Zúñiga, que hace unos días amenazó con detener al expresidente Evo Morales —rival de Arce— si éste insiste en buscar la presidencia en 2025, fue finalmente destituido y arrestado. Enfrenta una pena de hasta 20 años de prisión por terrorismo y alzamiento armado, según la fiscalía.
En la vecina ciudad de El Alto, fortín del oficialismo, pequeños grupos de manifestantes salieron el jueves a las calles y quemaron neumáticos en apoyo a Arce, a quien le falta poco más de un año para completar su mandato.
"Nunca más El Alto va a permitir que se dé (...) el golpe de Estado. El Alto se moviliza para hacer barricadas", dijo a la prensa Justino Apaza, uno de los manifestantes.
El miércoles, en el momento de mayor tensión, una tanqueta intentó derribar una de las puertas del palacio presidencial, donde el mandatario de izquierda estaba reunido con su gabinete.
Arce encaró personalmente al general Zúñiga cuando éste ingresó caminando por esa misma puerta y le ordenó que volviera a los cuarteles, según un video difundido por la presidencia. Zúñiga se negó pero abandonó minutos después el palacio presidencial.
Las tropas de Zúñiga finalmente se replegaron después de más de tres horas, cuando Arce juramentó a una nueva cúpula militar. El general fue detenido junto al comandante de la Armada, también destituido.
Simpatizantes de Arce se congregaron frente a la sede de gobierno para apoyarle. Al menos ocho civiles fueron heridos con balines disparados por los militares, que también lanzaron gases lacrimógenos, reportó el ministerio de Salud.