A dos calles de ahí, Trey Moore un joven afroamericano estudiante de la Universidad de Howard, camina rápido para alcanzar a unos amigos en un restaurante. “Urge que esto acabe ya”, menciona con hartazgo en su voz. “Votaré por Harris, pero estoy cansado de política”.
La fatiga es producto de la marea de anuncios, noticias y eventos que las campañas de ambos candidatos han desplegado en las últimas semanas. De acuerdo con Wiljan Consulting, una firma de consultoría basada en Washington DC, tan solo en la última semana de campaña se han gastado 994 millones de dólares en publicidad política. En total, se estima que desde enero de 2023 se han gastado más de 10,000 millones en anuncios partidistas en Estados Unidos.
“Estamos muy cansados de esto”, añade Hall. “Y falta todo lo que ocurra después de que la gente vote, las protestas, las quejas, las demandas, tenemos una república sumamente complicada”.
El fantasma de la toma del Capitolio
Hay temor en la capital de que se repitan actos como los del 6 de enero de 2021, cuando se dio la insurrección en el Capitolio por parte de seguidores de Trump. La policía está presente en la ciudad y los principales recintos políticos muestran barreras a los accesos y otras precauciones.
Carla, una joven que se rehúsa a dar su apellido, baila cerca de la Casa Blanca con un cartel en el que se lee “Trump 2024”. Es minoría en esta ciudad demócrata, pero no teme hablar de sus preferencias a la primera pregunta. Las suyas son respuestas que repiten los discursos de su candidato, casi literalmente.