"Me gustaría que se centrara en la iglesia católica y nos dejara cuidar las fronteras", dijo Tom Homan, a quien Donald Trump encargó orquestar una política de deportaciones a gran escala y que, al igual que Vance o la portavoz estadounidense Karoline Leavitt, afirma ser católico.
En su carta Francisco también pidió "una fraternidad abierta a todos, sin excepción", dejando de lado "la identidad personal, comunitaria o nacional".
Muchos comentaristas lo han interpretado como una lección teológica para Vance, quien invoca un precepto de la doctrina católica llamado ordo amoris ("orden del amor") para justificar la política antimigración, que afirma que la caridad cristiana debe beneficiar primero a los más cercanos a uno mismo, y no a los extranjeros.
"Amas a tu familia, a tus vecinos, a tu comunidad y a tus compatriotas y, finalmente, das prioridad al resto del mundo", dijo Vance en una entrevista con la cadena Fox New en enero, retomando un concepto de San Agustín.
El papa argentino provocó el sábado, dos días antes de su muerte, la indignación de la Casa Blanca al condenar las expulsiones masivas de migrantes promovidas por Donald Trump, calificándolas de "importante crisis".
Los refugiados a los Olímpicos
La influencia del papa el tema migratorio llegó inclusó al deporte. Francisco inspiró al presidente saliente del Comité Olímpico Internacional, Thomas Bach, para crear el equipo Olímpico de Refugiados, según explicó el dirigente alemán en su homenaje póstumo.
"Su poderosa voz en apoyo de los refugiados es un ejemplo brillante de su compromiso, y me inspiró para crear el primer equipo Olímpico de Refugiados en Rio-2016", confesó Bach en un comunicado.
"Él siguió y apoyó con generosidad esta iniciativa a lo largo de tres ediciones de los Juegos Olímpicos, alentando su crecimiento y su impacto", agregó.
Bach destacó asimismo el "apoyo inquebrantable" del papa Francisco: "Con el fallecimiento de su Santidad el papa Francisco perdemos a un gran amigo y a un defensor del Movimiento Olímpico. Su apoyo para la misión de paz y de solidaridad de los Juegos Olímpicos y a las muchas iniciativas del COI en favor de los refugiados fue inquebrantable".