Las declaraciones del republicano ocurren tras una nueva escalada militar en Yemen, donde Israel intensificó sus bombardeos por segundo día consecutivo. Los ataques aéreos se centraron en infraestructuras ubicadas en territorio controlado por los hutíes, en represalia por el lanzamiento de un misil que impactó en el aeropuerto internacional Ben Gurión, cerca de Tel Aviv.
El canal de televisión Al Masirah, vinculado a los rebeldes hutíes, informó que las fuerzas israelíes bombardearon el aeropuerto internacional de Saná, capital yemení. Según el mismo medio, los ataques también alcanzaron tres estaciones eléctricas ubicadas en los alrededores de la ciudad, además de una planta cementera en la provincia de Amran, al norte del país.
Reporteros de la agencia AFP en Saná confirmaron que escucharon fuertes explosiones en varios puntos de la capital y observaron columnas de humo en distintas zonas. Hasta el momento, no se confirmaron si hubo víctimas civiles.
El ejército israelí aseguró que “el aeropuerto de Saná quedó totalmente fuera de servicio” tras sus operaciones. Además, confirmó destruir “centrales eléctricas clave” utilizadas por los hutíes.
Estados Unidos niega participación
El canal Al Masirah acusó nuevamente a Estados Unidos de participar en los bombardeos, pero un portavoz del gobierno estadounidense negó cualquier implicación el lunes. No es la primera vez que los hutíes responsabilizan a Washington por los ataques que reciben.
Ese mismo día, los bombardeos israelíes contra zonas controladas por los hutíes en el oeste de Yemen causaron la muerte de cuatro personas, de acuerdo con el Ministerio de Salud hutí.
Israel justificó sus acciones militares como parte de una “respuesta a los repetidos ataques del régimen terrorista hutí”. Las fuerzas armadas israelíes señalaron que las infraestructuras atacadas en el puerto de Hodeida se utilizaban “para el traslado de armas y equipos militares iraníes”.
Aunque Irán reitera su apoyo político a los hutíes, niega suministrarles asistencia militar. Sin embargo, desde octubre de 2023, los rebeldes yemeníes lazaron decenas de misiles y drones contra Israel, argumentando solidaridad con los palestinos en medio de la guerra entre Israel y Hamás en Gaza.