¿Quién suena para reemplazar a Bolsonaro?
Jair Bolsonaro no podrá presentarse en las próximas elecciones presidenciales en Brasil y, si se confirma su sentencia, no lo podrá hacer en bastante tiempo. Aunque aún falta más de un año para los comicios, la derecha brasileña ya barajea algunos posibles aspirantes para disputarle la presidencia a Lula.
Uno de los posibles contrincantes del presidente izquierdista es el gobernador Goiás —estado vecino al Distrito Federal donde está la capital Brasilia— Ronaldo Caído.
"Es alguien que quiere mucho ser presidente y viene de una derecha también radical, porque está ligado al agronegocio, a los terratenientes. Siempre estuvo en una derecha más fuerte, pero no es un populista", a diferencia de Bolsonaro.
Otro nombre que suena es el de Tarcísio de Freitas, actual gobernador de São Paulo, el principal centro financiero y económico de Brasil, y que fue ministro de Transporte durante el gobierno de Bolsonaro.
"Es un bolsonarista que come con cubiertos, usa servilleta y que tiene un grado de pedigree y tránsito en la élite de São Paulo que Bolsonaro no tiene", dice López.
Otra persona que buscará la candidatura presidencial es Eduardo Bolsonaro, uno de los hijos del expresidente. Abraza abiertamente desde Estados Unidos su papel de instigador de la arremetida arancelaria de Donald Trump contra Brasil.
El tercer hijo del clan Bolsonaro se licenció de su cargo como diputado y se radicó desde marzo en Estados Unidos, donde apela al gobierno de Trump para presionar a las autoridades brasileñas. Sin embargo, justo su cercanía con Estados Unidos podría alejarlo de la boleta.
La imposición de aranceles contra Brasil "tuvo una repercusión muy negativa dentro de la población brasileña. Entonces, ya está casi descartada".
Justo la intromisión de Trump podría tener un efecto negativo para la extrema derecha de cara a las elecciones, tal como le sucedió al Partido Conservador en Canadá, que perdió ante los Liberales después de que el republicano se inclinara a favor del primero.
"El gobierno de Lula venía perdiendo popularidad y ahora empezó a recuperarla", dice López, aunque matiza e indica que aún falta mucho para las elecciones y que en Brasil es muy probable que nada permanezca tal y cómo está.