En la práctica, la OLP fue eclipsada por la AP, encabezada por la facción Fatah. Actualmente es considerada por la mayoría de los gobiernos occidentales como el único interlocutor válido de la causa palestina.
Sin embargo, ambos organismos se encuentran en serias dificultades. Como se mencionó, solo controlan una pequeña parte del territorio de Cisjordania, mientras que Israel ejerce un control significativo en la mayoría de los territorios palestinos ocupados.
Además, después de una sangrienta guerra en 2007, Fatah y la AP fueron expulsados de la Franja de Gaza por Hamás, un partido islamista que ganó las elecciones en este territorio un año antes. Desde entonces, los islamistas gobiernan de facto este enclave.
Aunque la Franja de Gaza equivale solo un 17% del territorio de Cisjordania, es el territorio palestino más densamente poblado y con mayor urbanización, o lo era antes de los ataques israelíes.
Hamás, que atacó con una violencia sin precedentes a Israel el 7 de octubre de 2023, es considerado como una organización terrorista por Estados Unidos y otros países.
Aunque es reconocida como un negociador legítimo por gran parte de Occidente, la AP tiene también problemas internos.
La AP se ha convertido en sinónimo de "corrupción, nepotismo e ineficiencia", escribe Ghaith al-Omari, exfuncionario de AP y actual miembro principal del Instituto de Washington para la Política del Cercano Oriente, en un artículo para Foreign Affairs.
Muchos expertos dicen que la gobernanza comenzó a erosionarse seriamente después de que Mahmud Abbas se convirtiera en presidente de la OLP en 2004.
Ahora 21 años después de lo que debería haber sido un mandato presidencial de cuatro años, Abbas ha concentrado el poder disolviendo el parlamento, atrincherando su control sobre el poder judicial, introduciendo leyes solo por decreto y purgando a los rivales políticos.
Las últimas elecciones presidenciales y parlamentarias se celebraron en 2006, lo que significa que ningún palestino menor de 36 años ha votado nunca en Cisjordania o Gaza.
En 2021, bloqueó las elecciones presidenciales y legislativas que habrían sido las primeras de los palestinos desde 2006. Abbas culpó de la medida a las restricciones israelíes a la votación en Jerusalén Este, aunque los expertos dicen que probablemente temía que él y su partido perdieran ante Hamás.
Organizaciones como Freedom House y Amnistía Internacional advierten sobre el historial de la AP sobre derechos humanos y libertades.