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OPINIÓN: El papel de los robots en la Industria 5.0

Ahora los equipos que combinan personas y robots pueden mejorar su productividad hasta en 80% más, comenta Daniel Ramírez.
mié 12 diciembre 2018 12:00 PM

Nota del editor: Daniel Ramírez es country manager México de Universal Robots. Las opiniones de esta columna pertenecen exclusivamente al autor.

(Expansión) - La Industria 5.0 pone a las personas en el centro de la producción, alejando la producción en masa para centrarse en la personalización. No es un rechazo a las máquinas, al contrario, se hace referencia a que ellas y el ser humano deben trabaja conjuntamente en favor de una mejora en los procesos de fabricación, donde cada uno cumple un papel fundamental.

Podemos afirmar que estamos ante una democratización del uso de la robótica colaborativa porque algunas empresas vuelven a asumir aquellos costos de producción que habían externalizado.
Daniel Ramírez

Aunque abunda información que sostiene que los robots desplazarán a las personas de sus puestos de trabajo, si revisamos mejor los datos veremos que no hay nada más lejos de la realidad. De acuerdo con un estudio de Epicor Software Corporation, proveedor global de software empresarial, la mayoría de las industrias ve con buenos ojos la llegada de los robots.

En concreto, la mayoría de las empresas en la actualidad está de acuerdo en que los robots deben encargarse del trabajo repetitivo que de otro modo tendrían que efectuar las personas, provocando un trabajo colaborativo.

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Por eso ya existe una clara apuesta por la robótica colaborativa, pues algunas empresas de diferentes sectores alrededor del mundo confían en ella y se dirigen -de forma evidente- hacia la industria 5.0. Ahora los equipos que combinan personas y robots pueden mejorar su productividad hasta en un 80% más.

Resulta indudable que con los collaborative robots (cobots) el trabajador se convertirá en el auténtico beneficiado, ya que se le excluye de la realización de las tareas más tediosas y peligrosas, mismas que son confiadas a estos equipos.

De esta manera, al trabajador se le proporciona un útil complemento que deberá supervisar y programar, incluso aun si no tiene conocimientos en robótica. Cualquiera podrá asumir esta tarea gracias a las interfaces intuitivas que presentan los cobots, de modo que quien lo opera puede llevar a cabo actividades mucho más gratificantes, menos monótonas y que requieren cierta creatividad.

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Los collaborative robots se distinguen por su ligereza y flexibilidad, además de que son de fácil instalación. Una de las grandes ventajas de los cobots es que -a diferencia de los robots industriales ubicados en el interior de jaulas de seguridad- trabajan codo con codo con un empleado, al que liberan de la realización de tareas repetitivas y riesgosas.

¿Por qué la robótica colaborativa es accesible en todos los aspectos? La respuesta es que gracias a los cobots los proyectos se vuelven más económicos: se ahorran costos en programación y en instalación de vallas de seguridad, de modo que en muy poco tiempo se puede recuperar la inversión.

Tampoco requieren un gran despliegue técnico en su instalación, ya que normalmente se integran en el proceso productivo existente sin grandes cambios. También se adaptan rápidamente a cada proceso productivo, una circunstancia que conviene tener muy presente dado que las tiradas de producción son cada vez más cortas (debido al objetivo de ajustarse a las variables necesidades de los consumidores).

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¿Los cobots son aptos para todas las industrias?

La industria 5.0 -además de poner al operador en el centro de producción- profundiza en la personalización de los productos. Esto es debido a la demanda de los consumidores que buscan adquirir productos adaptados a sus necesidades y producidos a nivel local.

Anteriormente la mayoría de las Pymes no contemplaba la posibilidad de adquirir un robot industrial, en parte, por su gran envergadura y porque no se sabía cómo ubicarlos en los talleres u oficinas, sin mencionar que la inversión era inasumible.

No obstante, con los cobots es fácil sortear estos obstáculos, ya que son mucho más compactos, versátiles y asequibles. Ahora podemos afirmar que estamos ante una democratización del uso de la robótica colaborativa porque algunas empresas vuelven a asumir aquellos procesos de producción que habían externalizado, un regreso que acaba produciendo un gran beneficio.

Nos encontramos en los albores de una auténtica revolución que vendrá de la mano de la robótica colaborativa, que se estima pasará de un volumen de negocio de 110 millones de dólares en 2015 a 3.3 billones de dólares en 2022.

Consulta más información sobre este y otros temas en el canal Opinión

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