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Crónica de una deuda anunciada

Si bien en los inicios de una carrera profesional los incrementos salariales en términos absolutos no suelen ser tan significativos, en términos porcentuales sí pueden serlo, opina Iván Barona.
mar 28 mayo 2019 03:40 PM

(Expansión) – En la última entrega hice una analogía entre la generación de patrimonio y el área de un triángulo. Necesitas ampliar la base, siendo constante y empezando lo más pronto posible. Suena fácil, ¿verdad? Hoy hablaremos de nuestros principales obstáculos para comenzar.

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Al que no le alcanzan 8,000 pesos no le alcanzarán 80,000 pesos

Aquí podemos identificar al iniciador de un proceso de bola de nieve. Quien recién ingresa a la vida laboral, lleno de emoción y entusiasmo, puede que viva un poco apretado. En realidad, el éxito económico dependerá de cómo adapta su estilo de vida para evitar arrastrar déficits.

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En un inicio el acceso al crédito puede ser una opción llamativa, ¿qué tanto es tantito? Si cada mes financio unos 400 pesos o 1,000 pesos, no pasa nada grave. Los intereses parecen poco relevantes, y en un año mi situación cambiará, si no, siempre está el aguinaldo. ¡Alerta roja!

Si bien en los inicios de una carrera profesional los incrementos salariales en términos absolutos no suelen ser tan significativos, en términos porcentuales sí pueden serlo. Quien se integró con un sueldo de 8,000 pesos podría eventualmente acceder a un tabulador de 12,000 pesos tras mostrar resultados favorables, por ejemplo.

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Tomando en cuenta déficits recurrentes de 1,000 pesos durante su primer año, veremos que el aumento lo llevaría a estar nivelado después de cuatro meses. Si gastaba 9,000 pesos al mes, el “superávit” ahora es de 3,000 pesos, no de 4,000 pesos. Ojo, no estamos considerando el impacto de los intereses, o el incremento en estilo de vida que nuestro protagonista seguramente cree justificado.

Ahora bien, mencionaba el tema de los intereses, los cuales seguramente rondarán arriba de 40% en la lujosa tarjeta de crédito que usó discrecionalmente. Aquí es donde el incremento de 50% respecto a su sueldo anterior, puede apoyar a dar un respiro. La realidad es que este “respiro" solo fomentará una actitud irresponsable más adelante.

“El interés compuesto es la octava maravilla del mundo, aquel que lo entiende lo gana, el que no… lo paga”. Albert Einstein

Mientras la deuda crece a una tasa constante de, digamos 40% anual, no tenemos la certidumbre de que los ingresos de nuestro protagonista lo puedan seguir haciendo al mismo paso. Asumiendo además que estos “déficits” no se incrementan de manera recurrente.

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Si sus ingresos crecieran a un ritmo de 50, 25, 12, 10 y 6%, después de 5 años su poder de compra sería 2.45 veces el del año cero. La deuda, por su parte, creciendo a una tasa de 40%, sería 5.4 veces mayor al final de ese mismo periodo.

Por esto es relevante tener presente el valor futuro de los déficits que presentemos para atacarlos a la brevedad, e incluso trabajar activamente en generar superávits que apoyen nuestra generación de patrimonio.

Nota del editor: Iván Barona es profesor por asignatura en la Universidad Panamericana, en CENTRO, y Lead Mentor en Collective Academy. Las opiniones expresadas en esta columna son exclusivas del autor.

Consulta más información sobre este y otros temas en el canal Opinión

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