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¿Cuánto necesita invertir México en el sector eléctrico?

Si queremos que México crezca al 4%, es vital dinamizar al sector eléctrico hoy, toda vez que proyectos de esta naturaleza tardan entre 3 y 5 años en dar resultados, opina Rodolfo Rueda.
mié 24 julio 2019 03:43 PM

(Expansión) – El Gobierno mexicano ha señalado que el crecimiento económico del País será de 4% anual en promedio, durante el presente sexenio a cargo de Andrés Manuel López Obrador.

Sin embargo, para alcanzar ese objetivo es necesario que México produzca más energía para dinamizar su industria.

Por ello, es fundamental consolidar la Política Energética Nacional, no sólo para dar certeza a la industria nacional e internacional y a los mercados, sino también para poder alcanzar las tasas de crecimiento esperadas.

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Si la demanda de energía en el País se incrementa a una tasa de alrededor de 3% cada año, en los próximos 15 años será necesario destinar al menos 100 mil millones de dólares de inversión para atender dicho crecimiento.

Así pues, si la economía del país crece 4%, será necesario sumar 55 mil megawatts de capacidad cada año, adicionales a los 75 mil megawatts instalados; esto representaría ejercer recursos anuales por 6 mil millones de dólares.

De acuerdo con información del Centro Nacional de Control de Energía (Cenace), el 6 de junio de 2018, a las 16:23 horas, se alcanzó la Demanda Máxima Histórica en el Sistema Interconectado Nacional, con 46 mil 813 megawatts, lo cual representó un 4.44% más con respecto a la demanda máxima del año anterior, la cual fue de 44 mil 820 megawatts.

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Cabe señalar que la disponibilidad del parque de generación actualmente es del orden de los 52 mil megawatts.

Sabemos que la mayoría de las líneas de transmisión en México tienen más de 20 años de servicio, y si a eso le sumamos el crecimiento de la demanda eléctrica anual que ya comenté, se podrían generar las condiciones necesarias para saturar la red y consecuentemente impactar la evacuación de energía generada.

La Península de Yucatán es ya testigo de las condiciones anteriores; incuso la Gerencia de Control Regional Peninsular del Cenace reportó estado de emergencia en la zona, luego de que la línea de 400 kilovoltios Escárcega-Ticul quedara fuera de servicio, lo que afectó 489 megawatts.

De manera anecdótica recodamos que esa fue la tercera ocasión en este año en que dichas líneas quedaron fuera de servicio; la primera ocurrió el 8 de marzo y la segunda el 5 de abril.

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El pasado 16 de junio, el Cenace emitió un oficio en el que declara estado de emergencia en la Península de Yucatán, luego de que la empresa subsidiaria Generación V de la CFE advirtiera que no contaba con abasto suficiente de combustibles.

Posteriormente, aclaró que se trató de una notificación preventiva para todos los integrantes de la industria eléctrica, e informó que solicitó aumentar el suministro de gas natural a través del ducto Mayakán que opera Engie, con lo que se incrementaría la disponibilidad de energía en las centrales de ciclo combinado Mérida III, Campeche y Valladolid.

La Comisión Reguladora de Energía (CRE) ha considerado que el abasto de energía eléctrica en el Sureste del País está en peligro por el débil sistema eléctrico que existe en la zona, a causa de la falta de infraestructura en la red de transmisión y conexiones de ductos.

Es de todos sabido que la energía es lo más importante para el crecimiento de la economía de un país, por lo tanto, si queremos que México crezca al 4%, es vital dinamizar al sector eléctrico hoy, toda vez proyectos de esta naturaleza por lo general tardan entre 3 y 5 años en dar los resultados esperados.

Así pues, las inversiones de hoy sostendrán la demanda de aquí a unos 4 años, por tanto debemos poner manos a la obra para garantizar el suministro eléctrico y permitir el crecimiento del País.

OPINIÓN: La llamada 4T y la gestión social de los proyectos de infraestructura energética

La energía más cara es la que no hay, por lo que se deben establecer garantías y fortalecer la certeza jurídica para que las inversiones fluyan y facilitar, así, la construcción de nuevas plantas de generación eléctrica.

Nota del editor: Rodolfo Rueda Ballesteros es Consejero de la Prática Internacional de Energía de Thompson & Knight, y miembro del World Energy Council (WEC). Las opiniones publicadas en esta columna pertenecen exclusivamente al autor.

Consulta más información sobre este y otros temas en el canal Opinión

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