La consecuencia es clara: el IGAE únicamente creció 0.06% en los primeros nueve meses del sexenio, una cantidad similar a la observada en el periodo enero-agosto del 2019. El menor crecimiento para el inicio de un sexenio desde el observado en 1995.
Además de representar la segunda caída consecutiva del IGAE, con el resultado de agosto se confirma que la dinámica negativa se ha convertido en la parte dominante de la economía: es el tercer resultado negativo en los últimos cuatro meses y el cuarto en el último semestre: el promedio de crecimiento del IGAE en el semestre marzo-agosto es de (-) 0.2%. Con ello se confirma la tendencia recesiva de la economía.
Durante los primeros ocho meses del año, las mayores afectaciones se encuentran asociadas a la actividad industrial: se encuentra en recesión con un promedio de crecimiento de -1.7%. Además, acumula 11 meses de caídas consecutivas.
Durante el periodo enero-agosto, el sector de los servicios registra una pérdida de fuerza: el comercio al por mayor retrocedió (-) 1.3%, transportes, correos y almacenamiento; información en medios masivos sólo aumentó 0.2%, los servicios educativos; servicios de salud y de asistencia social disminuyeron (-) 0.2%, las actividades legislativas, gubernamentales, de impartición de justicia y de organismos internacionales y extraterritoriales bajaron (-) 3.3%.
Por su parte los servicios de esparcimiento culturales y deportivos, y otros servicios recreativos; otros servicios excepto actividades gubernamentales crecieron 0.6% y los servicios de alojamiento temporal y de preparación de alimentos y bebidas 0.4%.