Si bien hoy a nivel mundial toman fuerza grupos como la comunidad LGBT y las personas con algún tipo de discapacidad en las iniciativas de diversidad e inclusión, en Latinoamérica se ha iniciado también el movimiento de equidad de género entre mujeres y hombres, ya que las mujeres aún forman parte de una mayoría que no cuenta con una completa y total igualdad de oportunidades.
Y es que hablar de igualdad en beneficios laborales no implica contar exactamente con los mismos que tienen los hombres, ya que cada género tiene necesidades específicas.
En este caso no quiero referirme a la igualdad salarial, ya que esto, más que un derecho, es la obligación de cualquier organización y en estos momentos hay un robusto trabajo alrededor del tema, por lo que el enfoque en este caso es hacia las brechas identificadas en los beneficios de salud para la mujer, los cuales menciono a continuación.
Control prenatal, seguimiento del embarazo
Existen países donde todavía el control del embarazo no está cubierto por el plan de gastos médicos mayores; incluso, el cuidado médico se considera como preventivo y no está contemplado dentro las coberturas. Igualmente, cada vez se incorporan nuevas tecnologías y Apps que facilitan la interacción de la embarazada con sus prestadores de servicios de salud.
Fertilidad
La salud reproductiva de una mujer tiene etapas clave a lo largo de la vida. Vemos con preocupación cómo en general la población está retrasando la edad para tener hijos por encima de los 30 años, en muchos casos, justificados para poder desarrollar la carrera profesional, dejando atrás el periodo más óptimo de fertilidad que ocurre por debajo de los 30.