El acuerdo más relevante es el Acuerdo de París, el cual tiene el objetivo central de limitar el aumento medio de la temperatura mundial a menos de dos grados centígrados, lo que daría una reducción significativa de las emisiones mundiales de gases efecto invernadero, y para lograr este objetivo las empresas juegan un papel fundamental.
Por eso gobiernos y empresas con presencia a nivel mundial incorporaron dentro de sus estrategias proyectos encaminados a combatir el cambio climático, algunas empresas hasta se han propuesto tener emisiones cero para 2050, contribuyendo a las metas del Acuerdo de París. Este nuevo giro no sólo repercutirá en las empresas que estén buscando esta reducción, pero hemos visto un cambio importante en los sectores energéticos, ya que se está dando una migración fuerte hacia fuentes renovables.
Asimismo, los países del G20 se han propuesto conseguir un crecimiento económico sólido e inclusivo, en donde de forma paralela se puedan adoptar trayectorias de reducción de emisiones de gases efecto invernadero.
Con la finalidad de que las empresas se involucren más en este cambio, en la actualidad ya se tienen métricas de carbono, las cuales se pueden consultar para ver los esfuerzos de las empresas por combatir las emisiones de CO2, por lo que ya no sólo se buscan empresas que den buenos rendimientos, sino que también nos brinden la certeza de que contribuyen a generar un cambio ambiental positivo.
De igual forma, se crearon índices como el que tenemos en México: IPC Sustentable, el cual busca medir el rendimiento de las empresas líderes en México en cuanto a criterios económicos, ambientales y sociales.
Se estarán preguntando… ¿y todo esto cómo influye en mis inversiones? Pues esto parece ser sólo el principio de una tendencia en donde las nuevas generaciones busquen que las empresas se hagan responsables de su participación en el cambio climático, así como en una forma de ayudar a contrarrestar los efectos causados.