Pero lo que no debe perderse de vista es que las crisis también representan una oportunidad. Las marcas que ofrezcan productos o servicios relacionados con el bienestar, así como los retailers que sean ágiles para abastecer a los consumidores son los que saldrán más fortalecidos.
La contingencia obliga a ser ágiles. Es un desafío operativo enorme con el manejo de inventarios, distribución y protocolos de seguridad, pero necesario, pues la lealtad del consumidor hacia las marcas estará cada vez más en entredicho, debido a que la presencia del producto en los diferentes canales físicos y digitales será más difícil de cumplir.
Cómo lograr esto entonces. La economía china lo hizo mediante una diversificación de modelos de retail. Esto significa que las empresas en México que tengan una variedad de modelos comerciales ya desarrollados contarán con una ventaja competitiva para estar más cerca del consumidor, incluso del más ‘channel agnostic’.
Las alianzas con proveedores y terceros ayudarán a reaccionar de forma más rápida ante la situación actual. La capacidad de respuesta y agilidad en la reconstrucción de la cadena de suministro debe estar enfocada en aportar certeza y seguridad ante un alto riesgo de desabastecimiento.
Asimismo, las empresas deben aprovechar los esfuerzos colectivos en tiempos de crisis. Lanzar planes en beneficio de la población total. El bienestar de la sociedad y el impacto en las comunidades más cercanas debe ser el enfoque de cualquier iniciativa.