(Expansión) – El martes 12 de mayo, el Instituto Mexicano del Seguro Social (IMSS) publicó las cifras actualizadas de su registro de empleos formales, los cuales cuentan con acceso al seguro social. La información del cierre de abril muestra que, en el mes, se eliminaron del registro más de medio millón de empleos formales.
Las
en abril representan un 2.7% de los registros que había en el IMSS al cierre de marzo y significa una pérdida de 1.6 veces del total de empleo formal que se generó en 2019. Lo que se observó en abril 2020 fue la mayor pérdida de empleos formales para cualquier mes desde que el IMSS mantiene el registro. Previamente, la mayor pérdida se había alcanzado en diciembre 2019, cuando el registro disminuyó 382,210 plazas.Si se suma la pérdida de abril a los 130,593 empleos eliminados en el mes previo, se observa una caída acumulada de 685,840 empleos formales en dos meses. Ésta cifra ilustra la magnitud de la crisis económica en México, provocada principalmente por el impacto de COVID-19 sobre la actividad productiva: lo eliminado del registro de empleo formal en los últimos 2 meses es 4 veces mayor a la pérdida total de empleos durante el 2009.
Organismos internacionales como el Fondo Monetario Internacional estiman que el impacto del COVID-19 sea aún más fuerte que la crisis que se vivió entre 2008-2009. Además, las medidas implementadas tendrán un efecto desproporcionado sobre la actividad económica de las empresas y los empleadores en el mundo y en México; empresas de diferentes tamaños han tenido que disminuir o suspender sus actividades y han recortado personal para poder enfrentar los costos.
Las cifras de empleo publicadas por el IMSS muestran solo parte del panorama del mercado laboral, ya que más de la mitad de los trabajadores del país no tienen un trabajo formal registrado ante el seguro social y, por lo tanto, carecen de acceso a las prestaciones laborales de ley.
Aunque no se cuenta con información suficiente para evaluar los efectos que la crisis ha tenido sobre el empleo informal, este dato sí puede darnos una noción de la magnitud del impacto que hasta ahora ha provocado la emergencia sanitaria sobre la economía.
Considerando que se espera que el impacto más fuerte se de en el segundo trimestre del año (abril-junio) y que una reducción importante en el nivel de ingresos de la población inevitablemente tendrá efectos sobre los niveles de pobreza en el país, es importante tomar acciones que permitan mitigar las afectaciones, tanto para empleadores como para trabajadores.
Nota del editor:
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