Actualmente podemos decir que son dos los factores que han sido determinantes en la relación trilateral de América del Norte: el primero es el proceso de globalización económica y el segundo el incremento de la inseguridad a nivel internacional. La importancia de estas dos circunstancias se ha visto reflejada en la creación de estrategias y organismos que ayudan a mejorar tanto las condiciones y la calidad de vida de la población de estos tres Estados, como las relaciones entre ellos.
El bloque norteamericano puede tener grandes ventajas para las empresas y trabajadores de México porque puede ser un factor para detonar la inversión. Su población alcanzaría más de 350 millones de habitantes; el comercio y la inversión extranjera contribuirían al crecimiento económico de los tres países. Además de la extensión del mercado y la complementariedad económica, esta región es rica en recursos naturales y mano de obra.
No obstante, se configuran características étnicas, culturales y salariales muy diferentes. Mientras con la del norte tiene mayor similitud y ha tenido relaciones de cooperación, históricamente la del sur ha generado conflictos debido a dos factores estrechamente ligados: el desequilibrio producido por la condición de subdesarrollo, y el continuo flujo de trabajadores indocumentados a través de la misma, un punto especialmente álgido de la agenda bilateral México-Estados Unidos.
La futura eliminación de los aranceles y la penetración en mercados más amplios se percibió como objetivo inicial de este bloque regional. Sin embargo, Estados Unidos continúa con prácticas proteccionistas, especialmente notorias en los subsidios a los productores de arroz, caña, algodón, ciertas carnes y lácteos. Por su parte, para México y Canadá el acuerdo no ha significado el acceso a un mercado más amplio, ni ha fomentado fuentes de empleo.
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Esta situación nos llevará necesariamente a reflexionar acerca de la viabilidad de una zona de libre comercio entre países como los latinoamericanos, principalmente agro exportadores, y Norteamérica, empeñada en fomentar barreras arancelarias.
El reto de México es el de tener un mayor crecimiento económico y resolver el grave problema de violencia que ha ocasionado el crimen organizado, así como el discurso de polarización que está espantando a los inversionistas.