Estamos enfrentando problemas que nunca habíamos vivido. El punto es que no importando si has estado en el negocio durante generaciones o solo desde el año pasado, ya sea que tengas 10,000 trabajadores, 100 o uno, en muchos sentidos, todos estamos de vuelta en la línea de partida.
Ahora cada negocio es un nuevo negocio y las empresas que hoy tomen decisiones inteligentes son las que prosperarán en el futuro.
Justo en la pandemia que estamos viviendo es el tiempo para desafiar las percepciones negativas acerca de los estilos de trabajo no tradicionales relacionados con los empleadores y los trabajadores. Hoy es el mejor momento para deshacer el guion. Las empresas debemos liberarnos de viejas formas de pensar acerca de la planeación y estrategia relacionada con el talento que colabora con nosotros.
La crisis del COVID-19 ha cambiado la forma en que hacemos casi todo. Nadie podría haber predicho que gran parte de la fuerza de trabajo estaría trabajando de forma remota. Incluso hace unos pocos meses, no nos preocupaba la cercanía de las estaciones de trabajo, siempre y cuando todos tuviéramos espacio para trabajar.
El trabajo, ahora más que nunca, se está volviendo cada vez más flexible, global y en red. El trabajo es un acto de colaboración y creación conjunta. Es algo que somos, no solo algo que hacemos.
Los estilos de trabajo no tradicionales brindan a nuestra empresa una mayor flexibilidad, una forma más fluida de aprovechar la evolución de la fuerza laboral y el lugar de trabajo del futuro, así como a nuestro talento a encontrar el camino hacia una mejor manera de vivir, en donde ambos, empresa y talento prosperan y crecen.