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Llegó la nueva normalidad

El COVID-19 ha venido a acelerar la digitalización en México pero aún hay huecos que deberán ser llenados tanto por empresas como por gobiernos, señala Mario Mraboto.
mar 23 junio 2020 11:58 PM

(Expansión) – Recién iniciaba en México la pandemia, leí un artículo en el New York Times en donde el autor expresa que, paradójicamente, es la biología y no la tecnología la que está impulsando la digitalización en el mundo. Decía que se trata de “el primer virus cyborg. Se propaga con la misma facilidad por los cuerpos que por las pantallas”. Una gran verdad.

Desde hace algún tiempo en diferentes sectores de actividad se ha mencionado que después de la pandemia las cosas ya no serán igual. De hecho desde hace dos meses las cosas son diferentes en prácticamente todo aspecto de la vida. Muchos papás empezaron a hacer cosas diferentes en la casa y nunca como en este tiempo la vida, las relaciones sociales, el trabajo, la economía, las finanzas, el deporte/ejercicio o las compras, por citar algunas actividades, habían dependido tanto de la tecnología.

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Cuando se inició la denominada Jornada Nacional de Sana Distancia empezó a crecer el número de usuarios en diferentes plataformas, tanto para entretenimiento como para la realización de juntas de trabajo, reuniones familiares, entrevistas periodísticas, e inclusive celebraciones litúrgicas (excepto las liturgias mañaneras del actual presidente de la República).

De la misma manera se empezaron a transmitir partidos de futbol virtual (e-ligas), sesiones de gimnasia o aeróbics, clases virtuales en las escuelas, clases de ballet, conciertos, obras de teatro, seminarios, conferencias y talleres sobre diferentes temas. Niños y jóvenes se empezaron a acostumbrar a recibir clases y realizar exámenes a través de la computadora y muchos, especialmente adultos mayores (técnicamente identificados como Baby Boomers), tuvieron que aprender a usar teléfonos inteligentes, tabletas y computadoras.

El uso de la tecnología y de las comunicaciones a distancia seguramente continuará modificando diferentes aspectos de la vida, no sólo para facilitar las cosas sino para hacerlas más seguras. En el trabajo y en las escuelas (al menos las de mayor capacidad económica), por ejemplo, la digitalización podrá ayudar a controlar la sana distancia y a tomar medidas preventivas para evitar contagios. Lo importante será el desarrollo de mejores y más efectivos sistemas de seguridad y protección de información y datos personales, y evitar posibles hackeos.

OPINIÓN: La receta para dejar de ser un país enfermo

Hace unos días presencié un seminario en internet sobre ciudades inteligentes, en donde un alto funcionario de una firma alemana explicó que en su empresa se creó una solución que, combinando hardware y software, permite a las empresas modelar de manera rápida y eficiente cómo los empleados interactúan entre sí. Gracias a esta solución las empresas podrán medir continuamente las distancias entre los trabajadores, proporcionar retroalimentación visual en tiempo real a los empleados con respecto a su separación de los demás y crear un registro de todos los movimientos e interacciones a lo largo del tiempo. De esta forma se facilita y asegura continuamente el distanciamiento seguro.

El COVID-19 ha venido a acelerar la digitalización en México pero aún hay huecos que deberán ser llenados tanto por empresas como por gobiernos para que sus beneficios lleguen a todo mundo. Sólo hay que pensar en los miles de niños en este país que no tienen una computadora o que, si la tienen, no tienen un buen servicio de internet.

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La tecnología como vacuna a la crisis por Covid-19 | #CómoReactivarMéxico

Las empresas tecnológicas deberán considerar el incremento de tráfico por las videoconferencias y la capacidad de los dispositivos empleados para ello. Actualmente ya se empieza a sentir una saturación en áreas de alta densidad poblacional. Personalmente mi internet tiende a “caerse” con frecuencia y los técnicos me dicen que es por exceso de tráfico y sólo recomiendan estar lo más cerca posible del modem (y ni así mejora).

La Encuesta Nacional sobre Disponibilidad y Uso de Tecnologías de la Información en los Hogares (ENDUTIH) 2019 realizada conjuntamente por el INEGI y el Instituto Federal de Telecomunicaciones (IFT), presentada el pasado mes de febrero, expone que en México el 70.1% de la población de seis años o más y sólo el 56.4% de los hogares en el país cuentan con servicio de internet, ya sea mediante una conexión fija o móvil.

OPINIÓN: El comercio es la transición inminente

Es cada vez más urgente lograr una mayor penetración de internet con adecuados servicios de banda ancha a precios accesibles, para dar oportunidad a sectores de la población tradicionalmente olvidados en este –y muchos otros aspectos- de ser parte activa de esta “nueva normalidad”. No se trata sólo de que tengan acceso a internet, sino que a través de esta herramienta puedan continuar estudios o generar ingresos.

Por cierto, hubiera sido una gran medida que las llamadas “conferencias de prensa” del presidente y del subsecretario de salud se hubieran realizado de manera virtual a fin de evitar riesgos a los asistentes, tanto funcionarios como equipo de logística y reporteros (de los buenos y de los paleros).

Nota del editor: Mario Maraboto es Licenciado en Periodismo por la UNAM. Investigador Asociado en la Universidad de Carolina del Norte. Autor del libro "Periodismo y Negocios. Cómo vincular empresas con periodistas". Consultor en Comunicación, Relaciones Públicas y situaciones especiales/crisis desde 1991. Escríbele a su correo mmarabotom@gmail.com y síguelo en Twitter . Las opiniones publicadas en esta columna pertenecen exclusivamente al autor.

Consulta más información sobre este y otros temas en el canal Opinión

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