Alejandro Armenta, presidente de la Comisión de Hacienda del Senado, destaca tres puntos por considerar en la discusión que se aproxima: austeridad, justicia tributaria y combate a la corrupción. Hasta el momento, afirma, nadie de la SHCP le ha comentado sobre la posibilidad de aumentar impuestos, pero reconoce que eso no quiere decir que no se estén pensando. “Debemos asegurar que todos paguen impuestos, sobre todo quienes más ganan. Pensar en condonaciones, no. Hay evasión. Empresas grandes que ven en México un paraíso fiscal”.
La reciente colecta lanzada por el gobierno para que sus colaboradores de más alto rango contribuyan al financiamiento de la llamada cuarta transformación es un mal chiste frente a lo que se avecina. Este 20 de julio se sabrá la suerte de la intentona oficial por contar con la facultad de reajustar el Presupuesto 2020, dada la emergencia sanitaria. (Se espera que la iniciativa en cuestión sea parte del periodo extraordinario de sesiones e impulsada y votada por Morena).
Pero, en realidad, los ingresos vendrán de otro lado, de los bolsillos de los mismos de siempre. “Si tendremos menos ingresos, la fórmula no es sencilla. ¿De dónde vendrán? Si no hay nuevos impuestos, con tasas altas en ISR”, afirma Manuel Rico, socio de Impuestos de KPMG.
En la Ley de Ingresos 2020, en su Capítulo 1 (relativo a los ingresos y al endeudamiento público), la Federación ya contempla los Impuestos Sobre el Patrimonio. Para el actual ejercicio fiscal dichos impuestos aparecen en ceros, pero su aplicación para 2021 ya no parece descabellada dada la sequía que registra la hacienda pública. En pocas palabras, que nadie se sorprenda si toman forma los impuestos a las herencias y a las grandes fortunas.
La narrativa oficial rumbo a la Ley de Ingresos 2021 presumirá que es vital promover la inversión y el empleo, así como mejorar la recaudación (México ocupa el último lugar en recaudación de impuestos de los 37 países de la OCDE), por lo que anunciará incentivos para Pymes a través de la Banca de Desarrollo y empujará la discusión sobre la legalización de la marihuana. Pero, la estrategia -que ya está en marcha- radica en intensificar la batalla contra empresas factureras y, al mismo tiempo, ya hay en el Senado una iniciativa para incrementar el IEPS en alimentos procesados y con altos contenidos de grasas saturadas.