Antes que nada, es vital el analizar cómo cada empresario se encuentra en su estado de ánimo. Para poder sacar el negocio adelante se requiere de mucho ánimo, esperanza en lo que se puede lograr, una visión positiva y ganas de salir adelante; es normal que muchas personas se encuentren tristes, deprimidas por ver lo que ha pasado con su negocio, su actividad productiva; platiquen con amigos abiertamente sobre lo que sienten, busquen ánimo en el día a día, de ser necesario, contacten a un doctor especializado que les ayude a mejorar su estado anímico.
Algunos pasos que seguir:
1. Determinar la situación real en la que el negocio se encuentra hoy en día. Es muy importante el tener una visión clara, objetiva y completa de la empresa, no subestimar los problemas, pero tampoco las fortalezas, la experiencia acumulada genera un punto a favor que es muy importante.
En el lado de los problemas, poner todas las deudas y compromisos económicos que se tienen, como se pone en un estado de resultados, clasifíquenlos por tiempo, el corto, mediano y largo plazo.
De igual forma, las fortalezas, el capital con que se cuenta (si hay algo), los activos como muebles, y equipo de cómputo, lista de clientes, cuentas por cobrar, contratos de venta en curso que se suspendieron por la cuarentena, la gente que forma nuestro equipo de trabajo, oficinas, locales, líneas de crédito, etcétera.