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Concurso mercantil, ¿una opción para mantenerse a flote?

Este instrumento permite suspender el pago de los adeudos contraídos con anterioridad a la fecha de presentación, apunta Pilar López.
mié 22 julio 2020 06:00 AM

(Expansión) – Para el próximo mes de septiembre podríamos observar un repunte de empresas que podrían recurrir al concurso mercantil, con el objetivo de darle continuidad al negocio y salvaguardar el empleo de los colaboradores. Esta herramienta, que por muchos podría no ser bien vista, es en realidad un mensaje de buena voluntad por parte de las compañías para hacer frente a sus compromisos: su finalidad es que las organizaciones tengan un espacio, cuando se presentan problemas de liquidez, para reestructurar sus finanzas y cumplir sus obligaciones de una manera más sencilla.

Cabe destacar varios aspectos al respecto de este instrumento. En primer lugar, no implica la quiebra: de hecho, un número importante de las compañías concluyen el proceso exitosamente. Además, permite suspender el pago de los adeudos contraídos con anterioridad a la fecha de presentación, se suspenden los mandamientos de embargo y de ejecución contra bienes de la empresa y puede seguir siendo operada por sus administradores. ¿Un beneficio adicional? Permite llegar a mejores acuerdos con los acreedores, sobre todo con aquellos identificados por las empresas como muy duros negociadores.

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¿Cómo pueden las empresas reactivar la economía mexicana? | #CómoReactivarMéxico

Es importante que las organizaciones que decidan apegarse a esta figura cuenten con la orientación de abogados especialistas en el tema, así como de asesores financieros que puedan determinar el rumbo que está marcando la situación económica para tomar las mejores decisiones. La consultoría debería centrarse en aspectos de reestructura financiera como: los replanteamientos ante ofrecimientos de los acreedores, la negociación del cumplimiento de las obligaciones, además de los aspectos contractuales y posibles efectos fiscales que pudieran existir con cada una de las decisiones tomadas. En definitiva, un buen asesoramiento sobre estos puntos fundamentales podría ser la diferencia entre un procedimiento exitoso y la quiebra.

Para llevar a cabo el procedimiento, las sociedades perfectamente constituidas deben acreditar el vencimiento, mayor a 30 días, de sus obligaciones. Estas deben ser superiores al 35% del total de las obligaciones a cargo de la empresa. Otro aspecto que se toma en consideración para aceptar una petición de concurso mercantil es que los activos de la compañía no sean suficientes para cubrir, por lo menos, 80% de las obligaciones vencidas a la fecha de presentación de la solicitud.

Es relevante destacar que otro instrumento legal similar, con disposiciones y lineamientos así de claros, no existe. Sin embargo, antes de presentar una solicitud, se requiere analizar todas las posibilidades de reestructura financiera a partir de la revisión de cláusulas sobre mecanismos alternativos –como casos fortuitos o causas de fuerza mayor– dentro de los propios contratos. Dado el contexto de crisis por pandemia, las instituciones bancarias han flexibilizado sus esquemas de refinanciamiento.

El proceso concursal debe estar encabezado por las esferas más altas. Esto es, los responsables del área de administración (ya sea un administrador único o un consejo de administración). El director de finanzas también será una pieza clave, lo mismo que directivos del área legal y de operaciones. Por tanto, se trata de involucrar a todos aquellos tomadores de decisiones que puedan contribuir a darle continuidad al negocio.

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La pandemia acelera la revolución 4.0 en las empresas

Desde la entrada en vigor de la nueva Ley de Concursos Mercantiles, en el año 2000 se han presentado poco menos de 800 casos. Sin embargo, en los próximos meses, dado el entorno de dificultades económicas, podríamos ver que algunas entidades presenten su solicitud. Y este no será un tema satanizado. Al contrario, será una opción que permita a las empresas no cerrar, porque lo que hoy interesa es mantener las fuentes de empleo y dinamizar la economía. El concurso mercantil puede ser un trampolín para que esto suceda.

Nota del editor: Pilar López es socia líder de Servicios Legales en PwC México. Síguela en LinkedIn . Las opiniones publicadas en esta columna pertenecen exclusivamente a la autora.

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