La buena noticia dentro de esta catástrofe es que el Indicador Global de la Actividad Económica el IGAE se recuperó en junio al subir 8.9%, aunque en términos anuales sigue en -14.5% respecto a junio de 2019. En pocas palabras la economía ya tocó fondo.
Es una crisis que está golpeando a todos los países, sin embargo la economía de México ya venía con un freno en su actividad económica y esta crisis nos tomó en un momento donde la economía ya estaba en una leve recesión porque durante todo el 2019 el PIB fue negativo.
Sería injusto pensar que un desplome de tal magnitud es culpa de la actual administración, y a diferencia de lo que a veces se lee, no lo creo. Sin embargo, sí será su responsabilidad si la economía no tiene una razonable recuperación, sobre todo porque hace falta dar un mensaje más claro que permita dar certidumbre a la inversión.
México necesitará mucha inversión pública y privada para poder tener una recuperación económica exitosa, hacer pronósticos sobre cuánto vamos a caer o cuánto nos va a llevar de tiempo la recuperación considero es complicado bajo el escenario actual porque todas las semanas van cambiando los pronósticos y sobre todo porque hay mucha incertidumbre.
Hay incertidumbre porque se envían mensajes encontrados y a veces contradictorios hacia lo que México necesita, impulsar y llegar a un acuerdo nacional para permitir atraer inversión que permita generar más empleos.
Los datos del PIB son muy contundentes, no solo se necesitará inversión, sino que las personas y empresas salgan a comprar para incentivar el consumo. Se debe dejar aún lado viejos dogmas donde se sataniza a las empresas, se debe comprender que son parte fundamental para la economía, particularmente las pymes.