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¡Lucharán a tres caídas por las colegiaturas COVID!

¿no estamos olvidando la opinión del usuario real y final de la educación? Uno como quiera, pero ¿y los chamacos qué?, cuestiona Jorge Saldívar.
vie 28 agosto 2020 12:59 AM

(Expansión) – El fin del verano nos ha dejado vivencias y cambios en nuestras vidas que nunca olvidaremos durante el confinamiento por el COVID-19. Teníamos la esperanza de un retorno a clases de regreso a la normalidad, pero, desafortunadamente apenas a principios de agosto, el gobierno federal anuncia el regreso a clases a distancia, el cual permanecerá sin cambios hasta contar con un semáforo verde.

Lo anterior plantea retos importantes en términos de la supervivencia de las escuelas privadas, la necesidad de ajustes en el modelo educativo y la adaptación necesaria de parte de padres de familia y niños hacia la mecánica de aprendizaje que seguramente tendremos hasta finales de año.

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La confirmación del modelo a implementarse para el arranque del ciclo escolar nos hace cuestionar aspectos del valor de la educación a los que ya estábamos acostumbrados en automático. Vale la pena citar a Diego Luna en su serie “Pan y Circo” que nos dice: “La pandemia no nos trajo nuevos problemas, sino que simplemente hizo más claros los problemas que ya teníamos desde antes y la urgencia de cuestionarlos”.

La pregunta es: ¿Los precios de las colegiaturas están alineados con el valor del modelo educativo que recibimos? Comienza el debate entre padres, escuelas y SEP para conciliar el nivel y pago de colegiaturas. Gritos, sombrerazos, llaves inglesas y hasta la quebradora se está viendo en este combate, pero, ¿no estamos olvidando la opinión del usuario real y final de la educación? Uno como quiera, pero ¿y los chamacos qué?

Como dice el dicho popular: Los niños y los borrachos dicen la verdad y vale toda la pena (olvidando por el momento a los borrachitos), el preguntar y analizar las verdades que denota la opinión de los niños mexicanos que son los verdaderos actores de este nuevo modelo educativo.

Después de pedir opinión a niños de primaria y secundaria, contrastando también con la opinión de dueños de escuelas privadas y la posición oficial de la SEP, me encomiendo a proponer, con algo de lenguaje infantil, 6 recomendaciones de lo que las escuelas deberían hacer para asegurar el valor adecuado del modelo educativo que implementen en el regreso a clase virtual:

¡No se enchilen y acepten que todo cambió! Es un hecho que la educación continuará siendo a distancia y que el tiempo y la calidad de las clases a distancia no ha sido la misma. Punto. Los niños afirman que no es lo mismo recibir clases por Zoom u otro medio a distancia y que la calidad del mensaje y contenido se ha deteriorado. Las escuelas tienen el reto de comprometerse verdaderamente con modelos de educación en línea y equilibrar la calidad de las clases para reducir el gap con la educación presencial.

Organícense para no volvernos locos. ¡Por favor que alguien les diga a las escuelas que 8 horas seguidas de zoom al día no son eficientes!, citando a Andrés, estudiante que terminó su secundaria por Zoom. El paso de la educación física a la virtual ha sido abrupto y poco preparado. Las escuelas podrían voltear a ver modelos educativos en línea de otros países o que lleven operando un tiempo considerable para implementar mejores prácticas y agendar eficientemente las clases sin abrumar a los alumnos.

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¡Queremos más recreo! Comentario de Danna de 10 años que pasa a primaria superior. Podría parecer superficial y sin importancia, pero denota la ausencia de convivencia en la que nuestros hijos se han visto inmersos en los últimos meses. La extensión de la educación a distancia demanda mayor creatividad para no sólo asegurar que nuestros hijos cuenten con períodos de descanso adecuados, sino que se propicie la mayor convivencia posible con otros niños.

O sea, nuestros papás no son “home-teachers”. Disclaimer: El siguiente comentario no será popular, pero tiene mucho de verdad. La pandemia y el confinamiento nos han dejado ver claramente una de las funciones clave de la escuela: ser guardería para que millones de padres puedan ir a trabajar y buscar el sustento día con día. Es una realidad.

Las escuelas tienen que estar conscientes de que requerimientos de micro-supervisión por parte de los padres, tareas excesivas y agendas mal planeadas están directamente correlacionadas con baja eficiencia del tiempo profesional de los padres y en automático una reducción en su capacidad de cubrir las colegiaturas.

OPINIÓN: Romper esquemas y aprehender la vida

¡Móchense, no se hagan! Si bien la SEP se ha colocado en una posición “mediadora” sugiriendo la conciliación entre padres y escuelas en función del nuevo modelo educativo, la realidad es que no hay directrices claras de si las escuelas deberían ajustar sus colegiaturas y de qué forma.

Pero independientemente de esto, hasta los niños se dan cuenta de la ausencia de apoyos económicos suficientes de parte de las escuelas. Gastos irrazonables como cobros de transporte, compra de uniformes y útiles, aumentos de colegiaturas, ausencia de descuentos, etc., no contribuyen a mantener la confianza de los padres. Definitivamente las escuelas tienen el reto de sobrevivir y proteger a su valioso personal, pero no pueden financiarlo del bolsillo de los padres si no entregan un valor educativo similar a la escuela física.

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¡Búsquenle, sean creativos! Citando a Yadira Pérez, Maestra en Educación y directora de BIMBI, innovadora comunidad infantil en Querétaro: “Si los niños no vienen a la escuela, encontremos formas creativas de llevarles la escuela a casa”. No es posible hacer sólo un “cut & paste” del modelo físico al Zoom. Este reto requiere cambios más profundos a la agenda educativa que combine las sesiones en línea, foros de involucramiento con los padres, actividades de aprendizaje práctico en casa y aprendizaje por proyectos personales de los niños.

OPINIÓN: Adaptarnos permanentemente en un mundo nuevo digital

Ojalá tuviéramos la receta para solucionar este reto, pero lo que sí es claro es que demandará la colaboración de autoridades, escuelas y padres sin perder de vista el objetivo más importante: la protección de la educación de los niños de México.

Nota del editor: Jorge Saldívar es Socio Director de BC&B Transformación de Negocios. Es Director de The Retail Community, comunidad empresarial en México dirigida a la innovación en retail. Síguelo en LinkedIn . Las opiniones publicadas en esta columna pertenecen exclusivamente al autor.

Consulta más información sobre este y otros temas en el canal Opinión

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