La confirmación del modelo a implementarse para el arranque del ciclo escolar nos hace cuestionar aspectos del valor de la educación a los que ya estábamos acostumbrados en automático. Vale la pena citar a Diego Luna en su serie “Pan y Circo” que nos dice: “La pandemia no nos trajo nuevos problemas, sino que simplemente hizo más claros los problemas que ya teníamos desde antes y la urgencia de cuestionarlos”.
La pregunta es: ¿Los precios de las colegiaturas están alineados con el valor del modelo educativo que recibimos? Comienza el debate entre padres, escuelas y SEP para conciliar el nivel y pago de colegiaturas. Gritos, sombrerazos, llaves inglesas y hasta la quebradora se está viendo en este combate, pero, ¿no estamos olvidando la opinión del usuario real y final de la educación? Uno como quiera, pero ¿y los chamacos qué?
Como dice el dicho popular: Los niños y los borrachos dicen la verdad y vale toda la pena (olvidando por el momento a los borrachitos), el preguntar y analizar las verdades que denota la opinión de los niños mexicanos que son los verdaderos actores de este nuevo modelo educativo.
Después de pedir opinión a niños de primaria y secundaria, contrastando también con la opinión de dueños de escuelas privadas y la posición oficial de la SEP, me encomiendo a proponer, con algo de lenguaje infantil, 6 recomendaciones de lo que las escuelas deberían hacer para asegurar el valor adecuado del modelo educativo que implementen en el regreso a clase virtual:
¡No se enchilen y acepten que todo cambió! Es un hecho que la educación continuará siendo a distancia y que el tiempo y la calidad de las clases a distancia no ha sido la misma. Punto. Los niños afirman que no es lo mismo recibir clases por Zoom u otro medio a distancia y que la calidad del mensaje y contenido se ha deteriorado. Las escuelas tienen el reto de comprometerse verdaderamente con modelos de educación en línea y equilibrar la calidad de las clases para reducir el gap con la educación presencial.
Organícense para no volvernos locos. ¡Por favor que alguien les diga a las escuelas que 8 horas seguidas de zoom al día no son eficientes!, citando a Andrés, estudiante que terminó su secundaria por Zoom. El paso de la educación física a la virtual ha sido abrupto y poco preparado. Las escuelas podrían voltear a ver modelos educativos en línea de otros países o que lleven operando un tiempo considerable para implementar mejores prácticas y agendar eficientemente las clases sin abrumar a los alumnos.