Save The Children ha alertado que el COVID-19 está mutando en una emergencia educativa global. Millones no volverán a la escuela y engrosarán las filas del trabajo infantil, mientras que las brechas de conocimientos se ahondarán, para agudizar el drama prexistente: la mitad de los niños de países en desarrollo no logra asimilar la lectura de una oración simple al final de la primaria.
Por eso es tan frustrante ver que, mientras se gesta esta catástrofe, nuestra clase política y gobernante se muestra casi enajenada con la política de bajo nivel. La pregunta, desde la ciudadanía, es si podemos trascender el rol pasivo de espectadores de escándalos y grillas.
¿De verdad no podemos asumir una posición más proactiva, con una intervención social emergente, solidaria, incluyente, innovadora? ¿Hacer mucho más desde ONGs, municipios, empresas y en las mismas comunidades escolares? ¿Qué esperamos para generar soluciones y alternativas con maestros, padres de familia y los propios estudiantes?
Tiempos extraordinarios demandan soluciones extraordinarias. Apertura, flexibilidad, sentido práctico: un grado de autonomía que no puede llegar “de arriba”.
Quizá la clave reside justo en eso: olvidarse, aunque sea durante la crisis, de panaceas, planes nacionales que suenan bien pero nunca se realizan o enésimas “reformas históricas”, para concentrarnos, desde la sociedad, en lo que puede hacerse aquí y ahora. En concreto, me refiero a trabajar en iniciativas que surgen en el ámbito local, desde la base, con proyectos de emprendedores sociales y de pueblos, colonias, escuelas.
Cuando leí que la CNTE rechazaba el plan oficial de recurrir a la televisión y seguiría uno propio con uso de fotocopias, pensé en otra muestra más del anacronismo de este sindicato magisterial que pareciera estar permanentemente en huelga. Sin embargo, pensándolo mejor, y más cuando se reportan retrasos incluso en los libros de texto, su propuesta podría ser más aterrizada y eficaz que la del gobierno, al menos en las zonas más pobres del país donde trabajan sus agremiados.