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Impresión de billetes y la moneda mexicana

La emisión de dinero está en función del respaldo que este tenga, si no, sólo seria un papel sin valor comercial, recuerda Erendira Yaretni Mendoza.
sáb 12 septiembre 2020 12:59 AM

(Expansión) – En términos de economía e impresión de billetes es muy común escuchar que una medida para disminuir la pobreza e impulsar el crecimiento deberían imprimir muchos billetes, sin embargo, pocos saben que esto no es viable, pero ¿Por qué? Es sencillo, la emisión de dinero está en función del respaldo que este tenga, si no, sólo seria un papel sin valor comercial.

Vale la pena hacer un recorrido en la historia. El comercio surgió por la necesidad de satisfacer nuestras necesidades, esto era principalmente alimentación y ropa, por lo que inicia el intercambio a través del trueque. Una sola familia era incapaz de poder producir todo lo necesario, es decir, si te dedicabas al cultivo de hortalizas, ya estabas empleando tierras y mano de obra, por lo que no quedaban factores productivos para realizar alguna otra actividad; mientras, otra familia se dedicaba a la producción de leche, otra más a la manufactura de ropa.

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Surge así la división del trabajo y permite llegar a una especialización, dicho en otra palabras, mejor calidad y menor precio.

Es aquí donde se introduce la palabra precio, o como lo identifican los economistas, valor, dado por las horas empleadas para la transformación de materia prima, introduciendo la moneda, y si pensamos en el México prehispánico, las primeras monedas eran cacao.

Pronto comienza a evolucionar y a acuñar las primeras monedas, en metales como oro y plata, lo que permite a través de ellos indicar su valor por el peso. Pero imaginemos andar con nuestros bolsillos llenos monedas de oro, esto resultaba sumamente peligroso y era un peso innecesario, por ello se decide imprimir papel para crear los billetes; sin embargo, las personas difícilmente confiaban en ellos, ya que era mucho más tangible su valor en una moneda.

Por ello se crearon diferentes instituciones encargadas de regular y garantizar el valor del dinero, a través de reservas, esto es, debía tener respaldo en oro o piedras preciosas.

Pronto todas las economías comenzaron a usar el patrón oro, no obstante, pronto cambió para tener un respaldo en plata, petróleo o incluso la capacidad productiva de cada país. Actualmente ya se ha abandonado este tipo de respaldo; un ejemplo es el dólar, en Estados Unidos desde la década de los 70´s se optó por el uso de dinero fiduciario, es decir, se basa en la confianza y fe de la población, no por nada sus monedas y billetes tienen la frase “In God we trust”.

Pero, ¿cómo es que los organismos internacionales permitieron que no se contara con esas reservas? Por sus altos niveles de producción y su comercio internacional, que han permitido que la moneda conserve su valor a lo largo de los años, y aquí justamente surge una intrigante, la moneda de Estados Unidos es la misma desde hace décadas, solamente se imprimen billetes nuevos con la misma imagen para sustituir aquellos que se han desgastado.

Pero algo curioso ocurre con el caso mexicano, y realmente no es que seamos innovadores u originales y estemos cambiando continuamente la imagen de nuestros billetes, nos han hecho creer que es debido a la falsificación, resultando completamente incongruente, ya que sería mucho mas factible elaborar dólares que carecen de todos aquellos niveles de seguridad que nuestros billetes, los cuales cuentan con una app para ver cómo se mueven. Son realmente gastos innecesarios por parte del Banco de México, pero todo ello tiene una sencilla explicación.

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¿Qué son y cómo funcionan las tasas de interés?

Basta con recordar cuántos han decidido coleccionar monedas de 5 pesos pensando que incrementarán su valor solo porque fueron acuñadas con algunos héroes de la historia; cambiamos de billete como de ropa y esto es un proceso largo. Para la impresión de un nuevo papel moneda, este se diseña, pasa para la validación de un centenar de personas, por lo que resulta completamente absurdo que cometan errores, como el caso de un billete de 100 pesos, cuya leyenda decía “sufragio efectivo no elección”, que generó que muchas personas decidieran guardarlo con la esperanza de que en el futuro incremente su valor.

Y ni hablar de las monedas conmemorativas, algún día me di a la tarea de ir al banco y preguntar su costo, pero también cuestionar si ellos mismos me la aceptarían como medio de pago, obteniendo una rotunda negativa.

Lo que nos lleva a pensar que uno de los mecanismos de la Política Monetaria Mexicana es generar la fantasía de ser coleccionables y así la población los guarda, que retira astutamente del mercado ese dinero. Esto genera para el Banco de México mecanismos para controlar la inflación, tasas de interés entre algunos otros.

La mala noticia si eres de las personas que coleccionan esas monedas, para que tengan mayor valor, ha llegado el momento de decepcionarte y abrirte los ojos: lo único que has hecho es que lo disminuya. ¿Por qué? Hay un fenómeno llamado inflación, el cual se agudiza en economías poco estables.

Ahora bien, tu dinero ha perdido el valor a través del tiempo, lo que podías comprar hace cinco y 10 años no es lo mismo que puedes adquirir hoy, y si deseas coleccionar, estas monedas deben ser únicas; no son coleccionables aquellas que salen por millares al mercado.

Nota del editor: Erendira Yaretni Mendoza Meza es licenciada en Economía, maestra en Gobierno y Desarrollo Regional por El Colegio del Estado de Hidalgo y doctora en Ciencias Sociales por la Universidad Autónoma del Estado de Hidalgo. Es profesora de la máxima casa de estudios de la entidad. Síguela en Twitter y/o en Facebook . Las opiniones expresadas en esta columna son exclusivas de su autora.

Consulta más información sobre este y otros temas en el canal Opinión

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