Trabajar desde casa tiene ventajas evidentes, como el tiempo que se ahorra en el traslado, un mayor control sobre los horarios y el ahorro en gastos para comer, entre otros.
Pero si no se cuidan ciertos detalles, el trabajo remoto puede detonar factores que restan no sólo a la productividad sino a los niveles de felicidad de las personas.
Existen dos componentes que generan felicidad al momento de trabajar:
- La posibilidad de concentrarse y desarrollar enfoque.
- Las oportunidades para convivir con los compañeros.
Hay personas que al trabajar desde casa no tienen ninguno de los dos. Sin estos elementos, el logro de resultados es más lento. Si te interesa saber cómo puedes ayudar a tu equipo, te comparto algunas ideas:
Las interrupciones: enemigas del enfoque y la productividad
Es posible que haya personas de tu equipo que al estar en casa se enfrenten a interrupciones de su pareja, compañero de cuarto o hijos que no comprenden que, aunque esté en casa, está trabajando.
Si la persona de tu equipo vive con otras personas, depende de ella establecer límites apropiados para que los demás sepan cuándo es aceptable hablar con él o ella y cuándo no.
Sin embargo, hay colaboradores que les hace falta desarrollar habilidades de comunicación con su familia. ¿Qué pasaría si contratas a un especialista para que diera una plática a tu equipo? Para muchos de ellos sería de gran valor saber cómo establecer acuerdos, horarios y una comunicación asertiva con los integrantes de su familia.