Maestros se resisten a abandonar a sus alumnos en esta zona indígena de Guerrero
También se vuelve relevante que la industria y las empresas se vinculen más con la academia. Que estén alineados en expectativas y necesidades, que no vayan en sentidos diferentes y que busquen también un fin común. Para esto, una forma es que las instituciones de Educación Superior, públicas y privadas, entiendan los requerimientos de los diferentes sectores, y que la IP se involucre más directamente en la generación de planes de estudio, desarrollo de laboratorios e investigación conjuntos, y patrocinando e invirtiendo en profesores y equipos de académicos.
Es indispensable el ofrecer sueldos competitivos en la academia a fin de lograr atraer al mejor talento, que es el que va a preparar a los empresarios, profesionistas y científicos del futuro, y la investigación de calidad antes mencionada. Y por supuesto, que el gobierno no deje en apostar en este desarrollo de capacidades y talentos.
Esto nos ayudará incluso a acercar más a los egresados a las necesidades reales de las empresas y los gobiernos, siendo un semillero de profesionistas que están más cercanos a estas necesidades, y que tanto la curva de aprendizaje como el costo de nuevos talentos sean menores, haciéndolos más atractivos en el mercado laboral.
Como dato interesante. De acuerdo con la Organización Mundial de la Propiedad Intelectual, México tiene menos del 18% del número de patentes que Alemania, menos del 12% que Corea del Sur y menos del 5% que Estados Unidos , patentes que pueden llegar a generar importantes ingresos a compartir entre IP y Academia.
OPINIÓN: Romper esquemas y aprehender la vida
En México se le invierte a la Ciencia e Investigación 0.3% del PIB, cuando en esos países se invierte 3.1%, 4.5% y 2.8% respectivamente . Competir en un entorno global, implica estar a la altura de con quién queremos competir, y no entrar con una clara desventaja, limitando así el interés de las empresas por la academia, la ciencia y la investigación en México.
Apostándole a cerrar estas brechas, a trabajar en conjunto academia-industria-gobierno, a tener más I&D, y una claridad de dónde podemos ser relevantes a nivel mundial, seguro estaremos moviéndonos en la dirección correcta para un mayor desarrollo de México y darle una mejor calidad de vida a la población. ¡Esa es la esperanza a la que debemos apostar!
Nota del editor: Mauricio Hubard es Fundador y Presidente de Juntos Financiera , estudió Relaciones Industriales en la Universidad Anáhuac del Sur, graduado de la escuela de Negocios de Harvard (Harvard Business School) en la maestría ejecutiva “Owners, President Management Program, OPM “ en la generación 34, es miembro activo del Harvard Alumni Association; Desarrollo de Instituciones Financieras en el JFK School of Goverment de Harvard. Síguelo en Twitter .
Marcos Escobar es Director de la División de Ingenierías en la Anáhuac Querétaro, estudió Ingeniería en Electrónica y Comunicaciones en el ITESM Estado de México, obtuvo el Doctorado en Ingeniería Eléctrica en el Massachusetts Institute of Technology (MIT), y tiene experiencia como académico en varias universidades, y ha trabajado en empresas líderes como McKinsey & Co., Grupo Posadas y Mastercard. Escríbele a mescobar@alum.mit.edu o marcos.escobar@anahuac.mx. Las opiniones expresadas en esta columna pertenecen exclusivamente a los autores.
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