(Expansión) – ¿Qué cosas hacemos actualmente que serán criticadas o modificadas en el futuro?
En España, el gobierno recientemente aprobó que en los centros de los municipios con más de 50,000 habitantes no podrán circular vehículos de combustión interna.
De igual manera, California está considerando prohibir la venta de vehículos a gasolina en el 2035.
Es un hecho que en el futuro, la movilidad de personas y el transporte de mercancías se harán con vehículos eléctricos y de hidrógeno.
Estas acciones tienen como objetivo combatir el cambio climático y avanzar hacia la descarbonización.
Alrededor del mundo, la predicción más común es que avanzaremos hacía la generación de electricidad con energías renovables y hacia la utilización del hidrógeno verde en diversos procesos industriales.
Creo que es importante voltear al pasado para examinar nuestra evolución en distintos temas de impacto general y aprender de nuestros errores.
Por ejemplo, hace algunos años se podía fumar en los aviones; recuerdo que los fumadores se sentaban en la parte trasera del avión y los no fumadores se sentaban en la parte delantera, pero el humo se esparcía por todo el avión.
En ese entonces aún no conocíamos el concepto de fumadores pasivos y la correlación entre fumar y el cáncer de pulmón.
Sin embargo, instintivamente algo nos decía que eso estaba mal y por ello nos empezamos a cuestionar si eso era correcto o no.
Al final se prohibió fumar en los aviones.
Alguna vez leí que los fabricantes de autos no querían instalar cinturones de seguridad para no dar la imagen de que los autos eran inseguros; sin embargo, se vieron obligados a instalarlos debido a que en los accidentes se pudo haber evitado que hubieran lesionados si los autos hubieran tenido instalados cinturones de seguridad.
Aún y con la instalación de fábrica de los cinturones, lo que sí logró evitar eficazmente más muertes y lesiones fue la obligatoriedad, por ley, de ponerse el cinturón al momento de transportarse en los vehículos, ya que mucha gente no estaba acostumbrada a ponerse el cinturón o simplemente no le gustaba ponérselo.
No adaptarse tiene altos costos.
Otro ejemplo fue Blockbuster, esta cadena de renta de películas no supo leer a tiempo los avances tecnológicos como la llegada y crecimiento de plataformas como Netflix, Apple o Amazon, las cuales proporcionan amplios contenidos a disposición inmediata del consumidor y a costos accesibles, sin necesidad de acudir a una tienda a rentar un película.
Eso provocó la quiebra de Blockbuster.
La telefonía celular también acabó prácticamente con el uso de los teléfonos fijos en las casas.
De igual forma los avances tecnológicos, el crecimiento y redundancia de las redes de telecomunicación han bajado los costos de la telefonía celular, además de la competencia, claro está.
Al principio hasta te cobraban por las llamadas que recibías en tu celular.
El internet también vino a revolucionar el tema de la comunicación, y ahora mucha gente prefiere hablar por WhatsApp en vez de utilizar la línea celular.
Debido a la pandemia se disparó el uso de las plataformas de reuniones virtuales; hace algunos años solo de vez en cuando se utilizaba Skype, básicamente cuando los participantes en una reunión se encontraban en sitios distantes.
La gente prefería seguir reuniéndose físicamente en sus salas de juntas y hacer presentaciones presenciales.
Mi percepción es que ahora, obligados por las circunstancias actuales, se redescubrieron las ventajas de usar plataformas como Zoom, Teams, BlueJeans, Webex y otras.
Curiosamente la pionera de las plataformas de reuniones virtuales, Skype, evolucionó a Teams por lo que, al parecer, Skype desaparecerá eventualmente.
En conclusión, el mercado avanza más rápido que la regulación, la competencia genera más calidad y mejores precios, y la tecnología derrumba mitos, ideologías y fronteras.
¿Qué acciones disruptivas tenemos que hacer hoy para estar mejor preparados para el futuro?
Nota del editor: Israel Hurtado es abogado experto en energía y fundador de la Asociación Mexicana de Hidrógeno (AMH). Síguelo en LinkedIn . Las opiniones publicadas en esta columna pertenecen exclusivamente al autor.
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