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Innovación y financiamiento, las claves para el emprendimiento

Las startups tienden a entrar al mercado con nuevas tecnologías y/o modelos de negocio que las hacen más eficientes que las empresas establecidas, opina Juan Alberto González Piñón.
jue 03 diciembre 2020 12:01 AM

(Expansión) – El impulso de la cultura emprendedora se reconoce cada vez más como un motor importante del crecimiento económico, que impacta la productividad, a través de la innovación. Diversas teorías sugieren que las startups son más eficientes y ágiles que las empresas ya establecidas en el mercado. Las empresas existentes que no son expulsadas se ven obligadas a innovar y ser más productivas para poder competir.

Uno de los principales obstáculos para el desarrollo de nuevas empresas, particularmente en México, es el financiamiento en etapas tempranas; los emprendedores tienen menor acceso a fuentes especializadas de financiamiento externo o capital semilla, tales como apoyos públicos, ángeles inversionistas y capital de riesgo. Como consecuencia se crean menos empresas con alto potencial de crecimiento y las que logran nacer lo hacen con un tamaño y nivel tecnológico no óptimos.

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Dos son los sectores que compiten por la innovación en los negocios: las startups y los grandes corporativos. Sin embargo, ante la escasez de financiamiento para las primeras, una opción real es la colaboración entre ellas, sobre todo durante el proceso de creación y desarrollo de nuevos productos/servicios, el trabajo conjunto puede traerles grandes beneficios.

En surgimiento de nuevos emprendimientos existe una relación positiva entre las inversiones en capital de riesgo y la escalabilidad de las mismas. Sin embargo, en países como México, el capital riesgo no está realmente apoyando el surgimiento de nuevos emprendimientos de alto impacto; lo anterior se debe a que estas startups en etapas tempranas, generalmente, no disponen de activos realizables, o bien solamente cuentan con activos intangibles de valor difícilmente determinable, generan flujos de caja negativos y no disponen de una historia que avale su credibilidad.

Sin embargo, con frecuencia, este tipo de empresas muestra un perfil de crecimiento e innovación que requiere importantes recursos financieros para su desarrollo.

El problema de la escasez de fuentes de financiamiento en este tipo de empresas se conoce como equity gap, que fue descrito por el Macmillan Committee; a este problema se une el llamado matching gap, que se produce cuando, habiendo recursos excedentes, no se consigue la conexión eficiente entre demandantes y oferentes de fondos.

Los startups y grandes corporativos se enfrentan a diferentes retos de negocio, que sin embargo los pueden unir en un mismo camino; en el caso de las startups la mayoría presenta grandes necesidades de financiamiento y una premura por demostrar capacidad de monetización, por parte de los corporativos, se presentan grandes retos innovación y crecimiento, para lo cual, están dispuestos a invertir recursos y concentrar sus esfuerzos en innovación.

Inicialmente la innovación puede no ser atractiva como factor de inversión, pero con el tiempo es aceptada por el mercado. A algunos emprendimientos basados en innovación les toma un año, a otros hasta cinco años en ser aceptadas y otros nunca lo lograrán.

Para el caso de México, si bien los inversionistas ángeles generalmente participan en la creación de pequeñas compañías que están en sus primeras fases, también es necesario que el capital riesgo, como fuente de recursos financieros estables, pueda también enfocarse en la financiación de empresas jóvenes con altos niveles de riesgo, pero con altos contenidos en tecnología y expectativas futuras de crecimiento, aportándoles no solamente apoyo financiero, sino también un papel activo en su evolución y control, facilitando su acceso a conocimiento y a una red de contactos potencialmente útiles en el entorno de los negocios.

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Para el caso de los emprendedores, no solo deben enfocarse en la tecnología o en la construcción de nuevos modelos de negocio, también deben considerar las necesidades del mercado, para poder arribar con una verdadera y atractiva propuesta de valor.

Numerosos estudios han documentado la fuerte relación entre capital riesgo e innovación, y se ha llegado a la conclusión de que el capital riesgo tiene un impacto sustancial en la innovación y el crecimiento de la economía, tan solo en Estados Unidos, se tienen algunas estimaciones que atribuyen al capital riesgo entre el 4% y el 6% del crecimiento.

Un posible esquema que puede incentivar el que los fondos de capital privado inviertan en emprendimientos en etapas tempranas es proporcionar reducciones de impuestos sobre las ganancias de capital obtenidas al final de las inversiones. Debido a que pequeñas empresas e inversionistas frecuentemente dependen de los ingresos personales y de recursos para realizar las inversiones.

Los corporativos deben realizar mejoras graduales sin importar la industria o liderazgo ejercido y aunque los cambios al principio puedan ser lentos, costos y poco atractivos, con el tiempo éstos podrían impulsar la innovación y formar parte de las necesidades del mercado.

Las startups tienden a entrar al mercado con nuevas tecnologías y/o modelos de negocio que las hacen más eficientes que las empresas establecidas, lo cual estimula la competencia e impulsa a las empresas maduras a introducir cambios, con lo cual se acelera la tasa de difusión de las nuevas tecnologías e innovación y por esa vía contribuyen a aumentar la productividad de la economía.

Nota del editor: Juan Alberto González Piñón es director de Spark UP y académico de la Facultad de Empresariales de la Universidad Panamericana. Síguelo en LinkedIn . Las opiniones expresadas en esta columna corresponden exclusivamente al autor.

Consulta más información sobre este y otros temas en el canal Opinión

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